CRÓNICAS BIEN CORTAS: «Te quiero Cuba»

Escribe algo, me dice mi colega Odalys, y me enseña la foto de varios pasajeros del crucero británico con un cartel que dice «Te quiero Cuba».

La verdad, no sé por dónde empezar, pero recibo por messenger un mensaje de mi amiga Rita: «aquí estoy, triste por el fallecido y contenta por el rescate del crucero, ya los están trasladando. ¡Cómo pueden existir tantos indolentes!».

Entonces recuerdo la oposición abierta y el silencio cómplice de algunos ateos y cristianos que viven de sus lecciones sobre «derechos humanos».

Una mirada a las redes y ahí está mi profe de Televisión, Rolando Segura, refrescando memorias con fotos del barco cargado de judíos que no recibió la Cuba neocolonial de 1939 y terminaron obligados a volver a Europa, a sufrir las barbaridades del fascismo y muchos, la muerte en campos de concentración.

Una idea detrás de otra: la foto y el mensaje agradecido de Anthea Guthrie desde el MS Braemar; la voz de mi mamá pidiéndome que ponga en Facebook con su nombre y apellidos que ella está de acuerdo; las imágenes de los prácticos del puerto, médicos, especialistas, demostrando valor y profesionalismo; el orgullo infinito de esta Cuba, distinta, humana, en la que vivo…

Mi patria inmensa, de hermana por el mundo; te amo, Cuba… cómo se puede escribir algo del tamaño de este gesto.