Copa de Oro se complicó
especiales

Foto: Cortesía de la AFC
La derrota encajada en casa este viernes contra Trinidad y Tobago complicó enormemente el ansiado pase de la selección absoluta cubana de fútbol a la Copa de Oro 2025.
Lamentablemente no pudimos disfrutar de la trasmisión en vivo del choque, porque la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) no nos cedió los derechos. Creo que es la primera vez en la historia que un evento internacional se trasmite en Cuba y se puede ver en todo el mundo menos en las pantallas nacionales.
Los que como yo pensábamos ver el choque jugado en Santiago de Cuba nos quedamos con las ganas y tuvimos que conformarnos con señales alternativas o de radio. Realmente lamentable.
Entrando en materia, los Leones del Caribe salieron delante en el marcador a los seis minutos, gracias a un tanto del mediocampista Yasnier Matos, pero no fueron capaces de sostener la ventaja.
Al minuto 20 Isaiah Lee igualó el encuentro tras aprovechar un contragolpe y en una jugada bastante enredada en el área chica, y al 53 Steffen Yeates aprovechó un error de la defensa de los anfitriones en el cobro de un córner.
Nuevamente los de casa tuvieron mayor posesión, pero eso no se tradujo en oportunidades reales de anotación ni en un dominio del partido, pues incluso los Soca Warriors estrellaron dos balones en los postes.
Una vez más las fallas de concentración nos lastran con errores no acordes con el nivel mostrado en los últimos tiempos, cuando estas pifias fueron reducidas al mínimo.
La entrada en el once titular de Romario Torres por delante del experimentado Karel Espino, y la del lateral izquierdo (improvisado) Dariel Morejón, en lugar del habitual Karel Pérez no rindieron los frutos esperados, y tampoco los cambios introducidos por el director técnico Yunielys Castillo en el segundo tiempo lograron cambiar el panorama, más bien diría que fueron a menos, porque los de la mayor de las Antillas terminaron sufriendo en su propia cancha.
Para la historia quedará la salida de Alessio Raballo, un joven de 18 años nacido en Italia pero con padres cubanos, el primer futbolista no nacido en este territorio que integra el combinado del patio en más de 60 años. Su presentación no fue mala, con algunos desmarques interesantes, pero poco afortunado de cara al arco, normal por su corta edad.
Cuba tiene ahora muy cuesta arriba su clasificación al principal certamen para selecciones nacionales de la Concacaf, y el próximo martes mucho tendrán que cambiar las cosas en el estadio Ato Boldon.
La ambición, y sobre todo la contundencia, tienen que marcar los derroteros en este choque, amén de erradicar los despistes defensivos, para aspirar a ganar por primera vez en suelo trinitario.
Los entrenados por el legendario Dwight Yorke tienen más de la mitad del boleto en el bolsillo, pero la esperanza es lo último que se pierde.
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