¿Cómo se reestructura el deporte mundial después de la Covid?

Esa es la gran interrogante de la familia del deporte en el mundo, cuyo panorama pudiera cambiar drásticamente, como el planeta mismo, superada la pandemia de la Covid-19.

La esfera deportiva tienes varios asuntos pendientes, porque la suspensión de actividades ha puesto en aprietos económicos a todas las Federaciones, y ningún país escapará de sus efectos.

Desde el punto de vista meramente deportivo, el reajuste de los calendarios será la primera tarea, y nada sencilla en el caso de las Ligas de las diferentes disciplinas.

Aprobada ya la fecha de los nuevos Juegos Olímpicos, prácticamente idénticas pero con un año de diferencia, reajustar las fechas de torneos clasificatorios pudiera concluir de la misma manera, o sea, en similares días de 2021.

Sin embargo, la readecuación de las Ligas es mucho más complejo.

En el caso del béisbol, como casi ninguno de los torneos más importantes del mundo llegó a arrancar, quizás la solución es un calendario más corto a partir de junio o julio, si ya para esa fecha estamos libres de la Covid-19. Serán menos juegos, pero se puede mantener la postemporada casi igual.

Por su parte, el baloncesto, el voleibol y el fútbol ya tenían bastante adelantado su calendario anual, por lo que proseguirlos haría que se “montasen” con el de la siguiente temporada. Aquí hay un dilema serio, porque reordenar las Ligas domésticas es hasta cierto punto asequible, pero los torneos internacionales de clubes son un verdadero dolor de cabeza.

Por ejemplo, la Liga de Campeones quedó a mitad de la fase de octavos de final. ¿Qué hacer en este caso? ¿Retomar la competencia donde se quedó, o hacer borrón y cuenta nueva?

Lo primero implicaría que habría también que reestructurar las Ligas, y con lo cargada que está cada temporada, es prácticamente imposible. Lo segundo echa pro tierra lo que de bien habían logrado varios clubes, como el Liverpool inglés en la Premier, o el Atlético al eliminar a los propios Reds en la Champions.

En fin, cuando todo se tranquilice hay que sentarse con la cabeza fría y ver qué es lo más conveniente, pero sin lugar a dudas, la Covid-19 marcará también el futuro del deporte mundial.