El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, afirmó en el foro Lanting, celebrado en Beijing que, para restablecer la confianza mutua en las relaciones entre China y Estados Unidos, Washington deberá eliminar los aranceles a las importaciones chinas y restricciones al sector tecnológico.

Wang Yi dijo que Washington tiene que dejar de interferir en los asuntos internos de la nación asiática. "Esperamos que Estados Unidos pueda respetar los intereses fundamentales de China, la dignidad nacional y el desarrollo, y dejar de difamar al Partido Comunista chino y al sistema político de China", aseveró.

resaltó que es necesario abordar las discrepancias mediante diálogo político. Manifestó que su país está dispuesto a colaborar con EEUU en lo referente al control de la pandemia de coronavirus, al cambio climático y a la repercusión económica mundial.

"El desarrollo de los desafíos globales lleva al incremento del número de las esferas que requieren la colaboración entre China y EE.UU.", puntualizó el canciller.

Wang Yi se pronunció sobre los comentarios de la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, de que Washington mantendría los aranceles vigentes por ahora y evaluaría cómo proceder después de una revisión exhaustiva de sus relaciones con Beijing.

"Estamos en el proceso de considerar cuál debería ser nuestro enfoque hacia China, pero hay una serie de problemas, donde vemos prácticas malignas", explicó, además de expresar preocupaciones sobre los pasos de China en el ámbito del comercio y la tecnología.

A inicios de febrero, el diplomático Yang Jiechi conversó telefónicamente con el secretario de Estado Antony Blinken y señaló que el Gobierno chino implementa una política estable y coherente hacia Washington, y los exhortó a trabajar con China para defender el espíritu de no conflicto.

Las relaciones entre ambas naciones mantuvieron una tendencia hacia el desarrollo estable desde que, en 1971, Henry Kissinger realizara un viaje secreto a China e iniciara un proceso para poner fin al distanciamiento y reanudar la interacción entre los dos países.

Sin embargo, en los últimos años, algunos políticos estadounidenses se han retraído hacia el pensamiento de la Guerra Fría y han adoptado una política totalmente errada hacia el gigante asiático, en particular en la administración del expresidente Donald Trump.

Los intereses compartidos entre ambas naciones pesan mucho más que las diferencias. Es imperativos que las dos mayores economías del mundo aumenten la cooperación, y Estados Unidos debe reconstruir un marco estratégico para el desarrollo sano y estable de relaciones con China.

El gigante asiático espera tener una cooperación práctica con Estados Unidos, peor nunca hará concesiones sobre asuntos relacionados con su soberanía, seguridad e interés de desarrollo. Se requiere un diálogo sincero y constructivo para entender mejor las intenciones estratégicas de cada una de las partes y reconstruir la confianza estratégica mutua.