Campeonato Mundial de atletismo bajo techo a la vuelta de la esquina

Casi a la vuelta de la esquina se encuentra el Campeonato Mundial de atletismo bajo techo, que en su edición XVIII tendrá por sede a Belgrado, Serbia, del 18 al 20 del presente mes de marzo.

Sin que tenga la trascendencia y el nivel cualitativo de las citas del orbe al aire libre, otra vez muchas miradas se dirigirán a los protagonistas de una lid atlética en la que Cuba aspira a no pasar desapercibida, pese a su reducida delegación.

En ese certamen la mayor de las Antillas estará representada por seis deportistas, entre ellos el saltador de longitud Maikel Massó, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio; y la pertiguista Yarisley Silva, subcampeona en la cita estival de Londres 2012. 
 
 También aparecen en el grupo los triplistas Liadagmis Povea, Leyanis Pérez y Lázaro Martínez, además de Roxana Gómez, corredora de 400 metros planos.

En esa lista resalta la ausencia de Juan Miguel Echevarría (salto largo), dueño de la presea de plata en la justa bajo los cinco aros de la capital japonesa, debido a que se incorporó con atraso a la preparación porque seguía con su recuperación de la lesión sufrida en esa competencia.

Cabe recordar que Echevarría conquistó el título de su prueba en Birmingham 2018, de ahí que su no asistencia le resta una de las grandes posibilidades de medalla a Cuba.

Hace tres años, la otra atleta que subió al podio por la isla fue Yorgelis Rodríguez, ganadora del metal de bronce en el pentatlón, y que en esta ocasión tampoco participará.

Así las cosas, se muestra complicado igualar el desempeño de la pasada versión, aunque por citar dos ejemplos ya Massó sabe lo que es estar en la elite con su destacada actuación en Tokio,y Silva acumula una gran experiencia al más alto nivel, incluido un metal dorado universal en pista cubierta en Sopot, Polonia, hace ocho años. 

Precisamente sobre las aspiraciones de los cubanos en Belgrado, Yipsi Moreno, comisionada nacional de atletismo y miembro del Consejo de Estado, declaró a la Agencia Cubana de Noticias vía telefónica que la pretensión es que todos sean finalistas.

Eso significa ubicar entre los 12 mejores a los exponentes del triple salto, del salto con pértiga y de longitud, y que la cuatrocentista Gómez avance a la final de las ocho primeras, como mismo hizo en la capital japonesa.

A todas luces parecen propósitos alcanzables, si se tiene en cuenta también que los deportistas cubanos han competido en varios mítines internacionales en Europa, lo que sin dudas ha sido un importante fogueo para ellos.

Ahora bien, como siempre se aspira a más y trazarse metas superiores es fundamental en la vida, ojalá que, además de ser finalistas, los nuestros “guapeen” con todo su presencia en el podio, lo cual sería una alegría adicional para los seguidores del deporte rey en la nación caribeña, que marcha sexta en el medallero histórico de esos eventos con 50 preseas.

Según Alfredo Sánchez, estadístico de la Federación Cubana de la disciplina, esos premios se desglosan en 18 de oro, 17 de plata y 15 de bronce.

Esa lista está dominada ampliamente por los estadounidenses (110-75-64), seguidos por Rusia (70-62-50) y Etiopía (26-8-10), en el trío de vanguardia; mientras que completan el grupo de los cinco primeros países: Alemania (24-27-31) y Reino Unido (18-28-25), en el cuarto y quinto puesto,
respectivamente.

En el caso de los atletas cubanos, en París 1997 alcanzaron su mejor actuación con cinco metales (3-2-0), para ubicarse en la segunda posición entre 118 delegaciones, solo por detrás de Estados Unidos (6-2-7); en tanto que en Birmingham 2018 compartieron la octava plaza con la República Checa, al conquistar un título y una presea de bronce.