Bibliotecas atemperadas a la época actual

Los medios de comunicación, la radio, el cine, la televisión, el teatro y la música, más otros espacios e instituciones han vivido en los últimos años bajo una dinámica compartida entre los tradicionales canales de difusión y el desarrollo virtual.

No obstante, en la actualidad continúan lagunas en el marco online sobre todo de centros para el aprendizaje y sistematización, de corte político, social y cultural, como son las bibliotecas que, en el contexto cubano, han vivido una leve migración hacia la internet.

Producto de la Covid-19, el cierre de estos espacios, característicos por una paz sonora, pero por la afluencia de personas diversas, se ha hecho notar dilatadamente puesto que la mayoría de los libros han quedado atrapados en los estantes y no han sido compartidos por la vía online.

En tiempos de pandemia el acceso a este tipo de bibliografía en físico se ha dificultado a nivel global. Además, no siempre que se consulta la internet para la investigación y realización de trabajos se tiene la oportunidad de hallar los materiales precisos y de calidad.

Sin embargo, hoy día existen en el mundo bibliotecas online con acceso gratuito a manuscritos, libros, mapas, fotografías y otros documentos de interés. Ello forma parte de la estrategia global que apuesta por este tipo de contenido más al alcance de quienes lo necesitan.

En Cuba si bien es posible hallar en Google enlaces de instituciones docentes cubanas y de otra índole con acceso a base de datos de revistas y demás publicaciones, todavía falta por ver ese gran salto que de seguro se vivirá poco a poco por el proceso de informatización de nuestra sociedad.

Las bibliotecas cubanas y foráneas guardan un olor único y en ellas se disfruta de una calma, tanta paz, y cada libro que en ellas reposa son una puerta de acceso al conocimiento, a la cultura y a la libertad pues como dijera el apóstol José Martí, “Ser cultos es el único modo de ser libres”.

El Día del Bibliotecario Cubano se celebró este lunes 7 de junio en honor al intelectual y padre de la bibliografía cubana, Antonio Bachiller y Morales, y por mucho que con los años estos centros se desplacen hacia lo virtual, el papel del bibliotecario siempre será imprescindible, pues este siempre velará por difundir el conocimiento y preservar la memoria bibliográfica.