Béisbol: Sorpresa mayúscula

Estoy seguro de que a la gran mayoría de aficionados y especialistas les sorprendió la designación de Armando Jhonson como mentor de los equipos Cuba de mayores a los certámenes internacionales hasta el año 2024.

No es que el isleño no tenga condiciones, por supuesto que sí, pero casi todos pensábamos en alguien con mayor palmarés o, al menos, más vinculado al día a día del béisbol cubano, pues recordemos que Jhonson regresó este año al puesto de mando de los Piratas, pero llevaba varias temporadas sin dirigir a este nivel.

Evidentemente, pesó su experiencia como timonel de equipos Cuba de categorías inferiores; lo más reciente, el subtítulo en el Panamericano sub-23.

Después de los que han sido campeones en los últimos años, Jhonson es el único que no ha tenido esa responsabilidad, y por aquí creo que viene la polémica, pues da la impresión de que al resto se le ha medido por los resultados alcanzados.

En primer lugar, para mí es muy válido que quien asuma la tarea lo haga por más de un año, pero si a la hora de tomar la decisión se valoraron las derrotas recientes, no me parece justo, pues el mentor es quizás la parte menos responsable de esos descalabros.

La mejor prueba es que cambiando constantemente no acabamos de tener un buen resultado, así que no es al puente de mando hacia donde deben ir los tiros. Mandy tiene buena reputación como aglutinador de talentos, y porque a sus órdenes sus pupilos lo entregan todo, pero no puedo decir menos de Armando Ferrer, Carlos Martí o Pablo Civil, por poner solamente tres ejemplos.

El flamante timonel del Cuba tiene como elemento en contra que nunca ha dirigido bajo tanta presión, pues con sus Piratas casi todo lo que haga está bien, y en las categorías menores existe mucha menos exigencia mediática.

Aquí la clave está en el material con el cual vaya a trabajar, y la Federación cubana debe hacer transparente desde ya su método de selección, para no crear falsas expectativas.

Todos queremos que sean elegibles los peloteros de todas partes del mundo (que no hayan abandonado ninguna delegación en una competencia oficial), pero sabemos que eso será harto difícil.

Por eso es clave que no se pierda más tiempo y se pongan las cartas sobre la mesa, para que cada cual pueda planificar su futuro.

Hasta ahora, la reinserción de peloteros en nuestro sistema deportivo no ha sido todo lo expedita que debiera, y se pide la repatriación y jugar en la Serie doméstica como requisito indispensable, algo que debe flexibilizarse, si queremos contar con un plantel más competitivo.

La base del equipo debe salir de lo más destacado del venidero torneo élite, pero las verdaderas estrellas del plantel pudieran ser las que se incorporen desde otras Ligas, incluyendo, por supuesto, los contratados oficialmente.

Por tanto, en dependencia de estos últimos elementos, sabremos si Mandy fue estimulado o recibió una auténtica papa caliente.