Atletismo olímpico: El sendero a la gloria calzando pinchos (III)
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El velo de profesional dimensiona los análisis. Con el paso de los años y luego de casi tres lustros teniendo al atletismo como una de mis grandes pasiones, además de un centenar de días de ostracismo doméstico para moldear estas líneas nos acercamos a Tokio, aun cuando a la cita de la capital nipona el próximo año la acecha un velo de incertidumbre respecto no solo a su celebración, sino a toda una serie de modificaciones que por razones de fuerza mayor y nombre Coronavirus, serán impuestas.
Tal y como lo fuera en su momento Barcelona 1992, Tokio marcará un antes y un después, en reglamentaciones, cuestiones organizativas y de infraestructura, disposiciones de seguridad, y lo que es esencial, predisposición de los atletas, los protagonistas de la cita, al nuevo escenario.
En esa cuerda, los deportes de tiempo y marca o apreciación artística, entre los que se cuenta el campo y pista, serán de los menos afectados, si los comparamos con los de combate y modalidades colectivas, donde el contacto físico es mucho mayor.
Con todas esas variables en la balanza, y el componente psicológico de cada protagonista inmerso en un examen supremo, tanto o más que las capacidades físicas en sí, culminamos este sendero a la gloria calzando pinchos, para con meses de antelación, dejarlos en lo que vendría siendo el panorama antillano de cara a dicha cita, tomando como punto de partida a los 14 clasificados con los que contamos en este minuto, pero contemplando igualmente otras especialidades que bien pudieran hacer el grado con seriedad, pese a lo rigurosas que son las marcas mínimas exigidas.
En el ojo del huracán
Comenzaremos este análisis con los eventos de mayores opciones de agenciarse una presea y pugnar por el título, además de referenciar el primero del listado anual, mostraremos en qué condición se hallan nuestras respectivas principales cartas:
Yaimé Pérez-lanzamiento del disco: La fornida discóbola santiaguera conocida como “La Rusa” tuvo un 2019 de ensueño. Culminó al frente del ranking y el top de lanzamientos con 69.39 metros. Ganó su segunda Liga del Diamante en línea y el mundial de Doha con 69.17. En el incipiente 2020 había comenzado con 64.76.
Denia Caballero-lanzamiento del disco: Se tuteó con Yaimé en el más excelso entorno universal. Protagonizaron ambas una de las finales de disco más electrizantes de la historia. La avalan 69.20-2da del escalafón y la campaña 2019, al igual que en Doha, además de inicio de 63.71 en 2020.
Ninguna de las dos deberá descuidarse de su archirrival croata Sandra Perkovic (68.58 y 65.93), respectivamente en los dos años en cuestión.
Juan Miguel Echevarría-salto de longitud: Considerado uno de los grandes talentos del deporte Rey, el discípulo de Daniel Enrique Osorio deberá continuar trabajando sobre la modulación de las variables psicológicas tales como la adrenalina propia de una competencia de tamaña magnitud, la concentración de la atención, el resto de las capacidades volitivas. Si logra conjugar eso con su mejor carrera, especialmente en los pasos finales y ataque a la tabla, será un contendiente bien difícil.
Inició la temporada 2020 sobre pista cubierta con respetables 8.41 metros; y además había culminado la campaña precedente con 8.65, acreedores del Diamante y al acecho del jamaicano Tajay Gayle (8.69), quien de seguro será uno de sus enconados rivales.
Acá Cuba cuenta con otros dos candidatos de relieve y agraciados, incluso en una posible condición de finalistas:
Hablamos de Lester lescay (8.28), y Maykel Massó (8.26).
Jordan Díaz-triple salto: Fiel a la tradición de la escuela cubana de triple, pese a su juventud, Jordan es considerado un peligro para los pesos pesados, como los estadounidenses Will Claye (18.14) y Christian Taylor (17.92). Jordan clavó sus pinchos en 2019 hasta loa 17.49 para merecer el sexto peldaño del top anual.
Cristian Nápoles (17.38-10mo), y Andy Díaz (17.22-16) lo escoltaron desde casa.
Por cierto, Andy hizo el grado en el presente 2020 al estirarse hasta 17.30 metros. En el caso de Jordan, deberá ajustarse a los mismos preceptos en materia de psiquis que Juan Miguel, además de mejorar su transición paso-vuelo.
Liadagmis Povea-Triple: Desafiante, con un físico para nada en correspondencia con el de grandes triplistas, pero con un muelle envidiable a la hora de despegar en la tabla que conjuga con notoria explosividad, Lia se instaló en el cuarto puesto (14.77) del top en la temporada precedente. Claro, aquí hablamos de un feudo en poder de Yulismar Rojas (15.41), y de otros huesos como la jamaicana shanieka Ricketts (14.93), y la colombiana Catherine Ibargüen (14.89).
Lia igualmente inició el presente año con el pie derecho (14.55), y no solo eso, también contará con el respaldo de su coequipera Davisleydi Velazco (14.34). Con Yoelbi Quesada, medallista olímpico en calidad de timonel, pueden dar sorpresas muy gratas.
Luis Enrique Zayas-salto de altura: Su título panamericano en Lima dio la clarinada de lo que podría lograr. Esos 2.30 metros materializados en par de oportunidades le valieron el puesto 12 de un escalafón regenteado por el catarí Mutaz Essa Barshim (2.37). detrás de Barshim hay un grupo de saltadores muy parejos, y con sus 2.33 logrados en pista cubierta en la actual campaña, Zayas, con la tutela de Juan Francisco Centelles y los sabios consejos de Javier Sotomayor, puede llegar lejos.
Yarisley Silva-salto con pértiga: Es la discípula de Alexander Navas, una de esas atletas que siempre quisiera tener en mi armada. Con Yarisley hay que jugárselo todo hasta el último salto, pese a no evidenciar sus mejores momentos. Recaló décima entre las mejores garrochistas el pasado año con 4.75, relación encabezada por la rusa Anzhelika Sidorova (4.95), mismo registro que la encumbró en el inicio de 2020, lapso en el cual Yarita aparecía 5ta-4.74.
Llegar en su mejor condición física, además de con los elementos carrera de impulso-agarre bien pulidos, pudieran conjugarse para un rendimiento loable.
Rose Mary Almanza-800 metros: Ha experimentado en las últimas dos temporadas, una especie de madurez deportiva, sobre todo tratándose de una carrera tan táctica como los 800 metros. Aún Rose Mary debe mejorar en los 300 metros finales, no dejarse cerrar en la última curva y buscar ritmo en ese remate. Culminó en la posición 15 entre los mejores cronos de 2019-1:59.04 minutos, a espaldas de la poderosísima Caster Semenya (1:54.98), quien no podrá largar en dicho segmento, y en este 2020 se apareció casi descorriendo las cortinas con 1:58.92.
Alentadora noticia, como también la reincorporación de Sahily Diago (2:01.11), quien, con estos meses para tonificar su forma deportiva, es muy probable que también logre la cota exigida.
Zuriam Hechevarría-400 c/v: Es otra de las atletas que viene en ascenso. Materializó 55.00 segundos en la temporada anterior merecedores de la posición 18 en un top regenteado por la estadounidense Dalilah Muhhamad (52.16); mientras en los albores de 2020 cronometró 55.77 además de unos 53.01muy halagüeños en la vuelta al óvalo.
Visor ampliado
Hablábamos de otro grupo de pruebas o deportistas con condiciones para inscribirse en la magna justa multideportiva. A continuación, los relacionaremos con el aval de sus registros válidos más frescos:
Roxana Gómez-400 metros: La avalan 51.56 segundos y la experiencia de haber sido semifinalista en la lid universal de Doha.
Adriana Rodríguez-heptatlón: La titular de los Juegos Panamericanos de lima tiene todo para convertirse en una de las mejores del planeta. Allí culminó con 6 113 puntos, pero abrió este 2020 registrando 6 304. Aquí no se puede obviar a la sexta olímpica de Río 2016, Yorgelis Rodríguez, quien se recupera de una intervención quirúrgica.
Tampoco a Leonel Suárez, doble medallista a esas instancias y quien, sin tamañas pretensiones de podio en esta oportunidad, pudiera clasificarse. Eso con la mano mágica de Gabino Arzola. A propósito, Leonel completó 7 990 en su último decatlón oficial.
Jorge Fernández-disco: Visiblemente distanciado de la élite en la actualidad, Fernández intenta reinsertarse en ese grupo de calidad. Los 64.82 conseguidos en 2019 solo le alcanzaron para recalar en la plaza 30, de un reinado en poder del sueco Daniel Stahl (71.86).
Relevo 4x100 (M): Hay una hornada de velocistas con talento que acompañan al experimentado Roberto Skyers. Ellos fueron capaces de marcar 38.90 abriendo la presente campaña. Eso sí, se hallan bien distantes de los 37.10 de estados Unidos y las opciones de clasificarse serán mucho más reducidas.
Relevo 4x400 (F): Aquí igualmente la posta norteña se erige como más sólida contendiente (3:18.92). los 3:29.60 con los que abrieron el actual lapso nuestras chicas, además de la reincorporación de Lisneidy Veitía (52.98), pudieran aportarle oxígeno y rivalidad a esa cuarteta.
Realmente acá, de recuperarse al 100% Yoandys Lescay, las mayores aspiraciones recaerían sobre un posible relevo mixto, que aún no cuenta siquiera con una composición definitiva. Pero hay madera por donde cortar.
Así se presenta el panorama. Desde mi opinión personal mucho más alentador que el de hace cuatro años, cuando solo la discóbola Denia Caballero pudo aferrarse a una presea.
El adiós a estas líneas, a días de análisis estadístico y a una secuencia digna del atletismo antillano, llega con las marcas mínimas exigidas para poder desfilar en el Estadio Olímpico de Tokio como portaestandartes de Mijaín López. El Mija, quien, por cierto, será nuestro primer protagonista de la venidera serie: Perfiles Olímpicos.
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