Assange: Espina para el Imperio

La decisión de una jueza británica de no extraditar a Julian Assange a Estados Unidos y el ofrecimiento de asilo político por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cayeron como una bomba en la Casa Blanca, donde el mandatario saliente, Donald Trump, había orientado el apresuramiento de las gestiones oficiales estadounidenses para lograr la extradición del fundador de WikiLeaks de las autoridades de Londres que, aunque aliadas de Washington, han sentido que la entrega del informador de la verdad sería contraproducente ante una opinión pública que rechaza el indigno acto.

La necesidad del imperialismo de sacarse de encima semejante molestia es evidente. Con WikiLeaks, creada por Assange, se puso en evidencia para todo aquel que lo quiera ver el mecanismo de funcionamiento de la hipócrita democracia norteamericana, de lo que esconde al público respecto a la brutal opresión que representa.

Ya de por sí la traición del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, de sacarlo por la fuerza de su sede diplomática en Londres y entregarlo a las autoridades británicas, fue un ataque de grandes proporciones a la libertad de expresión y comunicación, un bozal a la prensa en defensa de los intereses de los grandes capitalistas y sus gobiernos.

El analista Amauri Chamorro, en una entrevista para la televisión venezolana, opinó que Moreno, entregó al fundador de Wikileaks por haber revelado sus actos de corrupción.

“Él (Moreno) está intentando defenderse de una grave acusación de corrupción dentro del país. Él y su familia están metidos en una trama de empresas offshore que han comprado apartamentos en España, han vivido una vida de rey en Europa y ahora que como Wikileaks ayuda a promocionar esa información, esa investigación sobre su vida y su corrupción, él justifica eso diciendo que Assange se ha comportado mal”.

Chamorro ha denunciado que el caso del activista puso de relieve que nadie tiene la libertad de expresar y comunicar la verdad en el mundo, “porque lo que Assange ha hecho es comunicar la verdad, ahora su futuro es muy complicado (…) Assange probablemente será condenado a pena de muerte. (Es) una barbaridad sin tamaño, un crimen de lesa humanidad lo que ha sucedido”, ha remachado.

Sin dudas, Assange cambió la historia de las disputas de los relatos del mundo que nace a partir de EE.UU., demostrando que la violencia y el genocidio tienen como protagoniza a Washington.

Para el ex presidente Rafael Correa -también traicionado por Moreno- éste “siempre quiso entregar al fundador de WikiLeaks".

Ya el mandatario ecuatoriano ha afrontado problemas en su política interna, agravada por su mal manejo de la pandemia del nuevo coronavirus, antecedido por la virtual expulsión de médicos cubanos.

Asimismo, en materia de política internacional, Moreno cambió radicalmente el eje de sus relaciones. Durante la década anterior, Ecuador se relacionó principalmente con Venezuela y China, con quienes desarrolló importantes obras sociales e industriales, como el desarrollo de carreteras y la expansión de la gran minería.

En contraste, Moreno ha criticado abiertamente a Venezuela y al gobierno de Nicolás Maduro. Una muestra de aquello fue su participación en el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) que celebró su primera cumbre en Santiago de Chile y que tuvo un marcado espíritu antibolivariano.

De esta forma, Moreno se alineó en aquella ocasión con Macri (Argentina), Bolsonaro (Brasil), Piñera, (Chile), Duque (Colombia), Abdó (Paraguay) y Vizcarra (Perú). Acercamiento que se dio luego del acuerdo al que llegó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de financiamiento por 4 200 millones de dólares, que se sumó a un crédito de otros 6 000 millones otorgado por instituciones controladas por Estados Unidos, que incluyen al Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina.