Arlenis Sierra: ¡Qué bomba la de la “flecha” de Manzanillo! (+ Fotos)

Arlenis Sierra siempre merece una estrofa. Cierro los ojos y la imagino pedaleando en Flanders, desafiando un trazado de 157.7 kilómetros, como una “loba solitaria”, dialogando con sus portentosas piernas, enfrentando rivales, y exigiéndose siempre al límite…

En esa misma secuencia siempre sus pulmones nos dejan un espacio para una nueva satisfacción. En cada entrega nos regala una obra de arte sobre bielas.

No importa si las oponentes protagonizan tirones endemoniados para sacudir el pelotón de 176 ruteras que tomó la largada; menos si las potentes escuadras de Holanda, Italia, Gran Bretaña y Estados Unidos se enseñorean a lo largo de todo el circuito y corren de conjunto para Elisa Balsamo, Marianne Vos, Corin Rivera o Elizabeth Deignan…

Arlenis siempre está ahí impulsada por una ambición ilimitada por preservar su condición de rutera de la élite mundial. La hija pródiga de Manzanillo (7 de diciembre de 1992), y me atrevería a decir sin miramientos que la mejor rutera cubana de la historia, protagonizó el mejor rendimiento de su vida en Leuven, al culminar quinta en la exigente prueba, a un segundo de la bambina Balsamo (3:52.27), y como parte de un pelotón de 16 pedalistas que soltó la bilis en ese sprint final.

Hablamos además de que Balsamo quebró una hegemonía de las chicas de la tierra de los tulipanes, entiéndase Chantal Blaak, Anna Van der Breggen, y Annemierk van Vleuten, quienes desde 2017 no cedían lo más alto del podio.

El mérito de nuestra flecha de Manzanillo mucho mayor si se toma en cuenta que le comentó a la colega Lissette Ricardo lo siguiente, respecto a que se le zafó la cadena en la cuarta elevación:

… “Paré a colocarla y caí en stress, se me fue el grupo y para alcanzarlo tuve que dar bien duro, con un equipo esos malos momentos en los que te juegas todo pueden resolverse más rápido y le llegas al pelotón con menos esfuerzo. Vamos a esperar qué sucederá en los próximos mundiales y que sea mejor mi desempeño” …

Pero se repuso nuestra ciclista, y salió a buscar a pedal limpio a las líderes del pelotón, bendecida por Odín y todas las deidades del Valhalla, impulsada por los vientos del norte y alentada por los árboles de Flanders, sus mayores aliados en ese durísimo examen.

La connotación

Hablamos del performance más notorio salido de las piernas de Sierra, justamente ahora en su cuarta incursión en mundiales de ruta y no sin afrontar contratiempos durante el segmento, además del rigor de una cita del orbe y su irreverente y desafiante pedaleo en solitario.

Antes, a testiguamos su debut en Innsbruck, Austria 2018 con el puesto 27; al año siguiente culminaría en un loable escaño 12 en Harrogate, Reino Unido, a cinco segundos y 20 centésimas de van Vleuten, mientras en la pasada versión de Imola, Italia, recaló en el 39.

Ahora, su quinto escaño le proporciona 275 puntos para el ranking individual de ruta, en el cual ocupa el puesto 45 con 495 unidades tras la decena que adicionó en los Juegos olímpicos de Tokio. La fenomenal neerlandesa Van Vleuten (5 409) regentea con holgura el escalafón individual.

Mientras, por colectivos, el A.R. Monex Women´s Pro Cycling, aparece en el escaño 14-1 298 de una relación con el SD Worx holandés a la cabeza (10 664). Para nada sorpresivo, ¿cierto? Mientras por países la propia Holanda (15 923) regentea con su endemoniada legión, y de las piernas de Arlenis tirada fundamentalmente, Cuba aparece en el peldaño 26-685.

Un detalle: de las 176 pedalistas que iniciaron la ruta mundialista en Leuven, 117 cruzaron la línea de meta.

A propósito del trazado, Sierra le comentó a Lissette Ricardo:

… “Había visto el trazado de la carrera, decían que era para rematadoras, pero no era así. Cuando entramos al segundo circuito y final, al parecer en la primera vuelta me había desgastado mucho para alcanzar al pelotón, y pasé un poco de trabajo en la última subida, pero finalmente pude alcanzar a las punteras” ….

Sierra sigue en un romance dulce con su bicicleta. Desafía la soledad una y otra vez, busca consejo en sus compañeras de equipo del Monex y en su pareja Leandro Marcos. Vuelvo a Leuven y veo su imagen incombustible, con el maillot tricolor, pedaleando hasta el último aliento… y alzando sus brazos al cielo. ¡Qué clase de bomba la de la “flecha” de Manzanillooo! Alcanzo a decir como si narrase esos compases finales de su carrera.