Argentina y el peso del favoritismo

Argentina y el peso del favoritismo
Fecha de publicación: 
23 Noviembre 2022
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Se repite la historia con Argentina en los Mundiales de fútbol. Cuando llega sin mucho ruido, más allá de ser una de las dos apuestas grandes de Latinoamérica, puede firmar buenas actuaciones, pero cuando se le da mucho favoritismo tropieza.

Ocurrió por primera vez en Italia 1990, cuando el combinado albiceleste llegaba de la mano del genial Diego Armando Maradona y bajo el brazo la Copa alzada cuatro años atrás.

Allí fue un durísimo Camerún el que dio el batacazo, con el aquel salto felino de Francois Omam Biyik que petrificó a todo el país en aquel histórico 1-0. No obstante, los argentinos se las arreglaron para sobrevivir en su grupo y seguir quitando equipos de por medio hasta aquella final contra Alemania decidido por un penal.

En Surcorea-Japón 2002 se repitió la historia, pues el once albiceleste llegaba con una excelente campaña previa, pero al mando de Marcelo Bielsa ni siquiera lograron la clasificación en su llave, superados por Inglaterra y Suecia.

Ahora desembarcaron en Qatar con un invicto de 36 partidos y un Lionel Messi que recordó al de sus mejores tiempos, y por eso se les daba entre los grandes candidatos a levantar la Copa el venidero 18 de diciembre.

No obstante, empezaron con el pie izquierdo, y no precisamente el de Messi, al caer 1-2 contra Arabia Saudita, en el choque en el cual jugaron de maravillas la primera mitad (con tres goles anulados), pero fueron una sombra de sí mismos en la segunda.

El técnico Lionel Scaloni hizo cambios masivos en pos de una reacción, pero aun cuando fue casi un vendaval de los suyos, el marcador no se movió y se fueron con la cabeza baja.

Claro, este es apenas el primer choque, y habrá que ver si se repite la historia de 1990 o la de 2002, que por cierto inició esta última con victoria ante Nigeria, no con fracaso como ahora.

El problema es que a Argentina le quedan por delante ahora los otros dos conjuntos más peligrosos de este apartado, México y Polonia, y está obligada prácticamente a superar a ambos.

Los mexicanos son bien duros de derrotar, y desde los años 80 del pasado siglo no quedan eliminados en una fase inicial. Es cierto que los de la nación de los aztecas no viven su mejor momento futbolístico, pero sacan el extra en momentos cruciales.

Gran dilema en lo personal también para el técnico Gerardo “Tata” Martino, que tiene en sus manos la eliminación de varios de los chicos a los cuales entrenó durante par de campañas.

Polonia será otro hueso bien duro de roer, sobre todo por ese peligro que entraña la presencia de Robert Lewandoski, el delantero en mejor momento de los que se encuentran en Qatar. La suerte está echada.

 

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