ARCHIVOS PARLANCHINES: Armando Calderón y «La Comedia Silente»

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ARCHIVOS PARLANCHINES: Armando Calderón y «La Comedia Silente»
Fecha de publicación: 
7 Agosto 2020
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El domingo siempre ha sido el día de la semana más excitante para los menores, porque en esa jornada ninguno de ellos se acuerda de los estrictos maestros, las tareas enredadas y las antipáticas rutinas familiares. Al revés: durante esas 24 horas triunfan los robots en miniatura, los paseos en zancos, los patines y la pelota entre los varones, mientras que las dulzuras del hogar la emprenden con sus muñecas y con los juegos de «la suiza» y de «las casitas» que las van entrenando en las necesarias labores domésticas, las cuales, a la larga, odiarán.

Sin embargo, los domingos de los niños y adolescentes cubanos de los años 70 y 80 no están completos si estos no se sientan a las diez de la mañana delante de la Televisión para reírse un poco con «La Comedia Silente», de Armando Calderón, un programa de 30 minutos, atípico y tumultuario, en el que se proyectan fragmentos de las películas del cine silente de principios del siglo XX, acompañadas por los simpáticos comentarios de su conductor.

El espacio del actual canal Cubavisión siempre empieza igual: «Muy buenos días, queridos amiguitos, papaítos y abuelitos”, y aunque las imágenes son en blanco y negro, el narrador se las arregla para darles colorido con personajes de carcajada, situaciones inverosímiles y rocambolescas, expresiones tontas, absurdas caídas y golpetazos que son descritos con un lenguaje lleno de comicidad y el apoyo de un grupo de efectos sonoros que amarran a los muchachitos a sus asientos.

Armando Calderón, conocido como «El hombre de las mil voces», utiliza en su narración elementos propios de la literatura costumbrista y con un bien ejecutado desgano reinventa las historias más burlescas —adaptadas ahora a la cultura popular de nuestro país—, a la vez que recrea diálogos imaginarios repletos de cubanismos, los cuales, por supuesto, no tienen un vínculo directo con el argumento original o la época en que se desarrolla en un principio la cinta.

Salvo el caso del tímido y enamoradizo Charles (Chaplin), solucionador de todos los entuertos, a quien se le respeta su nombre original, todos los personajes que aparecen en los diversos filmes son nombrados de la misma manera: Lulú, la doncella de mil caras; Matasiete, villano grandote; Cara de Globo; Soplete; Cara de Papa; Barrilito, Barrilete y Barrilote y Mermelada, tipos duros que conquistan a los chiquillos y al familión antes de emigrar en forma de nombretes a la vida real de la cuadra o la comunidad.

A golpe de pura inteligencia, Armando Calderón se las arregla asimismo para reproducir pisadas, griticos femeninos pidiendo socorro, persecuciones y trifulcas, disparos, puñetazos, cocotazos, sartenazos y empujones que, de rato en rato, le ceden el paso al ruido de la sirena de un fotinguito, a la música de un cafetín, al galopar de los caballos o al alarido de cualquier animal. En su afán por lograr buenas sonoridades, lo mismo usa su voz que una campana o unas escandalosas gangarrias.

Aunque cambien los escenarios y los protagonistas de estos relatos de héroes y malhechores, a todas las lavanderías se les llama La Bola de Churre y a todos los restaurantes, El Vaso de Agua, lugares donde se viven miles de sucesos juguetones y burlescos que acentúan el carácter atemporal de los hechos.


«El hombre de las mil voces» en plena acción.

El tono y la entonación son también importantes por este improvisador fascinante: cuando habla de bandidos, grandulones y rufianes con sus bigotes temibles y sus barbas muy largas, el artista emplea un aire grave y rasgado que les pone los pelos de punta a los fiñes, y casi igual sucede cuando vuelan las tartas hacia las caras de la gente o dos tipos se caen a bastonazos en plena vía pública. Los acentos gallegos los reserva para los dueños de comercios y restaurantes, y las voces más afrancesadas se las endilga a peluqueros, manejadores de bailes y músicos de pacotilla. ¡Su arsenal es inagotable!

«La Comedia Silente», ejemplo memorable de complementación entre cine y televisión, ideal para chuparse los dedos con el tardío desayuno dominguero de mamá, le muestra a varias generaciones de cubanos los mejores valores de un cine principalmente estadounidense al que nunca le han faltado los valores más universales.

Es bueno apuntar que, además de los clásicos de Chaplin, desfilan por el espacio obras de Buster Keaton, actor, guionista y director, apodado Cara de Piedra, porque mantiene su rostro inexpresivo en todo momento; Harold Lloyd, uno de los más grandes y populares actores cómicos de la historia, famoso por sus secuencias de persecución y la trepadera de altos edificios, y el simpático Fatty Arbuckle, un intérprete audaz que termina pronto su carrera al ser acusado de violación durante un juicio que daña su reputación.


Fatty Arbuckle aparece con frecuencia en «La Comedia Silente».

En su artículo «De Matasiete y otras maravillas», publicado en Juventud Rebelde el 20 de febrero de 2015, Alina Perera indica:

«Eran tremendas las imágenes norteamericanas “traducidas” por las ocurrencias de Calderón al ambiente y los códigos de nuestra Isla. Todavía me río sola si recuerdo a Luz Brillante dejando que el Gordo y el Flaco le cortaran su traje por detrás, de arriba abajo, para buscar comodidad. ¡Qué prodigio sería rescatar esos programas para compartirlos con nuestros niños de ahora…!».

Armando Calderón, un hombre tímido, silencioso y pacífico, posee una vasta cultura y mejor educación, a pesar de su falta de estudios académicos. Su programa lo hace en vivo (no existía aún el video grabado), en una solitaria cabina. Pero este quehacer casi artesanal, sin competidores por su agudeza y genial talante, se viene abajo cuando, según algunos, se le escapa una palabrota en medio de la improvisación y el proyecto es retirado durante cierto tiempo de la cartelera televisiva para tristeza de sus muchos seguidores.

Por esos días, algunos cubanos se enteran sorprendidos de que este excelente locutor de la radio y la televisión trabaja igualmente como operador de montacargas en una fábrica de jabones y perfumería (antigua Sabatés), donde tiene uno de esos llamados «salarios históricos».

En YouTube pueden encontrarse algunos fragmentos milagrosamente bien conservados del trabajo de Armando Calderón. Ojalá sea este el primer paso de una ambiciosa labor de rescate y preservación de una obra repleta de hojarascas nostálgicas y expresiones trepidantes. Creo que valdría la pena. No por gusto en muchos hogares se hace común decirles a los niños: «Si no te portas bien, no te dejo ver “La Comedia Silente”».

Comentarios

Amigo Orlando Carrió,..........excelente artículo !!!!!!!!!........he rejuvenecido más de treinta años con esta lectura,.......ojalá que de algún modo, se vuelva a retomar esta idea en nuestra televisión,.......no solo por la comicidad y el entretenimiento,.......si nó también,........porque significa un recorrido por la academia universal del cine ,................visitando sus primeros años.
Efectivamente, se rejuvenece al leer artículos como este. Y la nostalgia por aquellos domingos de la infancia, aparece, y nos hace recordar a los seres queridos que ya no están.
Yo no me perdía uno de esos programas cuando niña. Las aventuras de los tres Gordos: Barrilito, Barrilete y Papá Boza, Charli Chase... eran una delicia . Años más tarde pudieron la serie “Hollywood en la era del silencio “ y los conocimos a todos esos actores y los cortos q ponían en TV. Difiero con el autor en una cosa: cuando Armando fallece la persona que siguió haciendo el programa,y que por demás lo imitaba , fue a quien se le escapó la palabrota. Así fue que yo recuerdo como perdimos el programa....
karmenmaria@nauta.cu
Buenos dias, yo soy una de tres nietos que Armando Calderon tuvo. Se caso con mi abuela Elena y tuvieron 2 hijos: mii padre, Armando Calderon, el mayor, y Jorge Calderon. Mi padre fallecio muy joven, de una abrupta enfermedad cuando yo tenia 3 anos. Mi tio fallecio anos mas tarde cuando ya mi abuelo habia muerto y no tuvo hijos. Nunca antes me habia animado a escribir o responder a comentarios a pesar de que llevos anos escuchando que Armando Calderon dijo una palabrota en television y eso fue la razon de su sancion. Eso no es cierto. Mi abuelo era una persona extremadamente reservada y muy pocas personas realmente lo conocieron. No se relacionaba con el mundo artistico, llevaba una vida discreta dedicada a su familia. La vida compenso la perdida de mi papa, que era un ser humano muy especial, con estar rodeada de familiares que eran personas espectaculares: inteligentes, cultos/educados, amorosos, dedicados, de grandes valores humanos, y uno de esos era mi abuelo. Desde que mi padre murio, cada domingo iba a mi casa despues de la comedia y pasaba el dia con mis hermanos y yo. Recuerdo q de pequena me daba el almuerzo, a veces en el parque -como un picnic, para que fuera divertido y diferente.- Una gran parte de la persona que soy se lo debo a sus constantes conversaciones sobre lo importante de la etica y los valores humanos, el respeto a si mismo y a los demas. Hablaba de su trabajo en Sabate, para el cual se levantaba cada dia a las 5 am. Hablaba de la etica de trabajo y lo importante que era ser dedicado y responsable. Me decia a mi hermana y a mi de lo importante que era estudiar, tener conocimientos, especialmente para ser independiente y libres. A la misma vez que hablaba de los valores familiares (estuvo casado con mi abuela hasta que fallecio y tuvieron un matrimonio muy lindo,) hablaba de como las mujeres teniamos que estudiar para no depender de un hombre a una edad en la que yo no comprendia esos conceptos. Nos decia a mi hermana y a mi: "si un muchacho viene y quiere ser tu novio tu le dices que tu novio son los libros." Mi hermana tiene una maestria y yo tengo un doctorado. Somos mujeres felizmente casadas, con familias estables, pero independientes. Mi abuelo iba a cada presentacion que teniamos en la escuela y se emocionaba de vernos actuar. Nunca vi a mi abuelo enojarse, y mucho menos decir una mala palabra, ni siquiera las mas benevolas, no eran parte de su vocabulario. Hablaba pausado, tenia un humor peculiar, inteligente y a veces sarcastico. No era fisicamente carinoso, pero se sentia su amor en los pequenos detalles, en su dedicacion por nosotros. De su vida artistica nunca se hablaba, de hecho, yo casi no veia la comedia, simplemente esperaba que se acabara para que el llegara. De pequena pasaba parte de mi vacaciones con mis abuelos, de mayor uno de mis pasatiempos favoritos era visitarlo para conversar. Nunca hablamos de su sancion, o salida de la television, pero puedo asegularles que Armando Calderon nunca dijo una mala palabra, es imposible que se le escape a alguien quien no las usa nunca. Gracias por mantener su memoria viva.
ediaz1014@yahoo.com
Señora Eileen Calderón: ? Tiene usted conocimiento acerca de las fechas de nacimiento y muerte de su abuelo? Es muy útil conservar esos datos para cuando llegue la ocasión de escribir la historia de la Televisión Cubana, en cuya obra es imprescindible citarlo.Le agradezco cualquier información al respecto.

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