ABEJAS: Revelaciones entre amarillo y negro
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Foto: tomada de endanea.com
Ya de por sí resulta fascinante la arquitectura con que las abejas construyen sus colmenas y organizan su vida en comunidad, pero a ello se añaden algunos descubrimientos recientes que hacen aun más singular a este insecto, cuyo Día Mundial hoy celebramos.
El pasado año se descubrió que las abejas, al igual que algunas razas de perro, podían ser entrenadas para detectar el SARS-CoV-2, virus responsable de la Covid-19.
Fue un hallazgo de científicos de la Universidad de Wageningen de los Países Bajos , quienes concluyeron que las abejas podían aprender a asociar una muestra positiva del virus con una recompensa de azúcar, y así mostrar una respuesta condicionada al extender su lengua cuando detectaban al virus responsable de la pandemia.
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Otro descubrimiento interesante es que las abejas dan mejor veneno cuando están enojadas. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, EE.UU., reveló que el veneno de las abejas melíferas varía según su estado emocional: cuando están estresadas o amenazadas producen un veneno más tóxico y con más proteínas que afectan al sistema nervioso.
Además, se ha comprobado que las abejas tienen una forma de comunicación más compleja que la imaginada y consiste en una especie de danza que realizan para compartir información sobre la ubicación, distancia y calidad de las fuentes de néctar. Esta danza, descubierta por el investigador Karl von Frisch en la década de los años 70, consta de movimientos circulares o en forma de ocho que indican la dirección y el ángulo del sol respecto a las flores.
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También ha sido novedad constatar que estos insectos son capaces de percibir la hora del día por la temperatura ambiente. Un experimento realizado por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) demostró que ajustan su actividad diaria según los cambios térmicos, e incluso pueden anticiparse a las variaciones climáticas para optimizar su recolección de alimento.
A pesar de sus bondades
Casi el 90 por ciento de las plantas con flores y el 75 por ciento de los cultivos alimentarios en el mundo dependen de la polinización, y las abejas, junto a otros insectos, figuran entre las responsables de esta decisiva tarea, directamente vinculada a la seguridad alimentaria, a la conservación de la biodiversidad y también a la salud de los humanos y su entorno.
No obstante, a pesar de tantas bondades que se apuntan las abejas como una parte vital de los ecosistemas, del equilibrio del planeta e incluso del bienestar de las personas; la humanidad no es recíproca con las laboriosas abejas, repartidas en más de 20 000 especies. Tanto es así que estos y otros insectos polinizadores merman de manera preocupante en abundancia y diversidad.
Foto: tomada de agritotal.com
Entre las causas de dicha merma se ubican ciertas prácticas agrícolas que destruyen el hábitat natural de las abejas, el monocultivo y el uso intensivo de agroquímicos como pesticidas, que afectan la nutrición, la salud y el comportamiento de las abejas, disminuyendo su capacidad de polinización y su resistencia a las enfermedades.
La población de abejas a nivel mundial ha disminuido hasta en un 20 por ciento en los últimos 15 años. En EE.UU. desde el 2006 se ha percibido la pérdida de entre el 30 y 40 % de colonias melíferas, en tanto España igual se ubica entre los países con mayores pérdidas en este sentido.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se refiere a esta dolorosa situación con motivo de este Día Mundial de las Abejas
y exhorta a “promover acciones que protejan a los polinizadores y sus hábitats”.
Melíferas criollas
La apicultura en Cuba es una actividad económica y socialmente importante, que contribuye a la seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente y al desarrollo local y sus resultados son alentadores en los últimos años.
Foto: tomada de perlavision.cu
En 2021, por ejemplo, la Empresa Apícola Cubana (Apicuba) llegó a producir la mayor cifra de miel de la historia: más de 10 500 toneladas (t) -el récord anterior databa de 1962, con 10 215 t-, y más de 174 t de cera, la cuarta mayor cifra en la historia de la apicultura”, según información del director general de esa entidad, Lázaro Bruno García Castro.
También se batió récord en la producción de propóleos con más de 16 toneladas ese año, cuando la cantidad de colmenas sumó unas 223 mil.
Sobre tales resultados, en reunión del Presidente Díaz-Canel con científicos y expertos participantes en el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional se destacaba que esta Isla logró situarse en 2021 entre los primeros países productores de miel en el mundo, cuando ocupó la posición número 15, y el segundo puesto con la más alta productividad por colmenas.
Foto: Joaquín Hernández /Xinhua
Considerando que las abejas cubanas liban sobre todo de flores silvestres y cuando van a zonas de cultivo, esas apenas han recibido químicos, la miel cubana es probablemente la más orgánica generada en todo el planeta, al menos a gran escala.
Así subrayaron en ese encuentro, donde subrayaron que las abejas cubanas han generado una gran resiliencia a las enfermedades y son muy exigentes en la higiene de las colmenas, a tal punto que sacan de ellas con rapidez cualquier objeto extraño o tóxico que haya penetrado en las mismas.
De acuerdo con la fuente citada, aplicando la innovación al apasionante quehacer que es la apicultura, se espera obtener un rendimiento medio superior a los 45 kilogramos de miel por colmena -los mejores apicultores del país ya logran hasta 48 kg/colmena-, aumentar el valor agregado de la miel y el desarrollo de subproductos como cera, propóleos, polen, jalea real y abejas reinas.
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