A 75 años de un crimen horrendo

El 9 de junio de 1955 Jorge Agostini, destacado atleta de esgrima y tiro, fue apresado en el Vedado capitalino. Esbirros a las órdenes de Julio Laurent, teniente del Servicio de Inteligencia Naval, le hicieron varios disparos y lanzaron el cuerpo frente a la Casa de Socorros de la localidad.

Los médicos no pudieron hacer nada, pues su organismo presentaba 21 orificios de entrada y de salida de proyectiles, 13 en el cráneo. En unos días se casaba su hija, quien en vez de celebrar fue a recoger el cuerpo inerte de su padre.

Agostini, excombatiente de la guerra civil española y exoficial de la Marina de Guerra, desde donde combatió a la tiranía de Machado, estaba de vuelta del exilio y se oponía al dictador Fulgencio Batista; esa fue su sentencia de muerte.

Su hoja de servicios en el orden militar reflejaba que comandó un submarino que participó en el hostigamiento a naves nazis.

En su vida deportiva, conquistó las preseas de bronce en florete y espada por equipos en los Juegos Panamericanos de Buenos Aires 1951, a los que asistió con 41 años.

En los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 1946 había conseguido oro en florete individual y colectivo, y culminó primero también como integrante del equipo de espada. En la justa personal se impuso a Antonio Racines, de Panamá, en la disputa de la corona.

Durante la cita regional de Guatemala 1950 se llevó la plata individual en florete y el oro con el equipo cubano en esta arma. El guatemalteco Eduardo Guirola fue el único que lo pudo derrotar. En ambos Centroamericanos el oro colectivo del florete fue contra la Panamá de Racines.

Participó además en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, aunque allí no tuvo una actuación destacada. En esta justa también compitió su amigo Roberto Mañalich, con quien integró las selecciones nacionales de espada, pero ninguno logró ubicarse entre los ocho primeros de sus respectivas modalidades en la competición británica.

Agostini culminó séptimo en el grupo 5 del florete individual, luego de dos victorias y cuatro derrotas, por lo que los archivos olímpicos lo colocan como eliminado en cuartos de final.

De donde no ha podido ser eliminado nunca es de la memoria colectiva cubana, y en particular de la familia de la esgrima.