2010-2020: una década de huracanes en Cuba

Los cubanos estamos acostumbrados a los ciclones, pues la zona geográfica en la que se encuentra el país ha sido azotada por este tipo de tormenta tropical desde siempre.

Sin embargo, la percepción del riesgo debe ser siempre alta y ahora mismo las medidas deben ser tomadas más aún en cuenta, pues a la contingencia meteorológica se suman los cuidados que impone la pandemia provocada por la COVID- 19.

Ahora que Laura amenaza a toda la Isla y que en pocas horas tocará tierra por la zona Oriental, se hace necesario un recuento de las tormentas más importantes que afectaron a Cuba en la última década, para que este sea un llamado a no distraernos, pues los últimos 10 años han traído consigo algunos de los ciclones más poderosos de la historia: Matthew, Irma, María, Michael y Dorian.

La herramienta Cuba entre ciclones, elaborada por el equipo multidisciplinar Postdata.club, recoge algunos años de ciclones que afectaron a Cuba y con ella recontruiremos esta historia desde 2010 y hasta 2016, mientras que nos auxiliaremos de la página del Instituto Nacional de Meteorología (INSMET) para contar lo sucedido en 2017, 2018 y 2019 y sumar algunos detalles a las temporadas anteriores.

El 2010 fue un año bastante tranquilo, pues sólo tres tormentas afectaron a Cuba y ninguna trajo consigo pérdidas humanas ni daños materiales significativos, mientras que en 2011 ninguno de los organismos ciclónicos formados afectó al país.

El 2012, sin embargo, trajo a Isaac y a Sandy, el primero no causó daños, pero en el segundo perdieron la vida 11 cubanos.

Santiago de Cuba resultó ser la provincia más afectada por el fenómeno y el país reportó, en total, seis mil 966 millones 900 USD en pérdidas.

Desde ese momento y hasta 2015 nuestro archipiélago no tuvo afectaciones significativas, hasta que ese año un huracán de categoría 4 llamado Joaquín afectó indirectamente la región Oriental de Cuba, pues estaba lejos, pero sus grandes proporciones trajeron lluvias y marejadas.

El 2016 fue uno de los años más intensos en este aspecto, y el comportamiento de la temporada ciclónica estuvo por encima de lo habitual.

Reseña el sitio web del INSMET que el huracán más intenso de la temporada, y también el más mortífero, así como el que más daños materiales ocasionó, fue Matthew, que se convirtió en el huracán que alcanza la Categoría 5 a más baja latitud en toda la historia de huracanes del Atlántico.

Esa página también explica que Matthew fue el único organismo de la temporada que azotó directamente a Cuba, y lo hizo por el extremo más oriental del país con una Categoría 4, durante la noche del 4 al 5 de octubre cuando afectó, sobre todo, a la ciudad de Baracoa.

El sitio web de Postdata.club, por su parte, menciona que también ese año la tormenta tropical Collin trajo lluvias para la zona occidental del país y algo similar sucedió con Hermine, en su momento un agradable paliativo para la sequía.

La de 2017, por su parte, fue la temporada más activa de la década y el número de tormentas a las que se puso nombre, 17, igualó al año 1936.

El INSMET reportó ese año que en la Temporada Ciclónica de 2017 ocurrieron 10 huracanes uno detrás del otro, lo que ha resultado en el número consecutivo de tormentas más alto desde que comenzó la era satelital, además de que, de ellos, seis fueron huracanes de gran intensidad.

Ese fue un año especialmente llamativo, pues Arlene se formó fuera de temporada, en abril, Harvey fue el más costoso de la historia de Estados Unidos, -igualando en pérdidas materiales a Katrina- e Irma fue primer huracán en los registros en azotar al norte de las Antillas Menores como huracán Categoría 5.

Por si esto fuera poco, la temporada también tuvo entre sus records la Tormenta Tropical Nate como la de más rápido movimiento en el golfo de México en toda la historia y Ophelia fue el huracán de gran intensidad formado más al este en el Atlántico, e impactó hasta el norte de Europa como ciclón extratropical.

A Cuba le tocó sufrir los embates de tres de estos organismos: Irma, de categoría 5, Nate que afectó indirectamente y Philippe, que cruzó la Isla como una depresión tropical y solo trajo algunas lluvias.

Desde 1932 ningún huracán categoría 5 tocaba tierra cubana, hasta que Irma llegó a Camagüey la noche del 8 de septiembre de 2017, atravesando esa provincia central y volviendo a salir al mar por los cayos de la costa norte de Ciego de Ávila.
Más tarde volvió a penetrar en el territorio nacional, recorriendo unos 40 kilómetros de Villa Clara, hasta dejar atrás el país con rumbo noroeste.

Las pérdidas fueron también millonarias y el sistema eléctrico nacional se paralizó totalmente, mientras que 10 personas fallecieron.
Aunque no afectó a Cuba, ese año se formó el ciclón María, que trajo cientos de muertes y cuyos daños fueron catastróficos para la vecina isla de Puerto Rico.

Alberto, el primer huracán de 2018, trajo afectaciones a Cuba y, aunque no tocó tierra, sus lluvias torrenciales causaron pérdidas enormes: daños en viviendas, carreteras, la red ferroviaria, la agricultura y 10 muertes fueron parte de su lamentable incidencia.

El poderoso Michel, por su parte, se formó muy cerca de Pinar del Río y afectó a esa provincia, pues allí provocó daños a viviendas, cultivos e infraestructuras, antes de seguir hacia el norte.

En 2019, afortunadamente, ninguno de los organismos ciclónicos que se formaron afectaron a Cuba, pero ese fue el cuarto año consecutivo en que apareció un huracán categoría 5 en la cuenca del Atlántico, en ese caso Dorian, el ciclón más potente que ha tocado Bahamas desde que se tienen registros.

La posible trayectoria de Laura, hoy, nos hace volver sobre todos estos momentos, pues el daño es inminente y sólo queda seguir las orientaciones de la Defensa Civil y cumplir con las medidas establecidas, además de mantenerse informados.