Díaz-Canel Bermúdez intervino en la sesión final del Consejo Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), reunido en la Universidad de las Ciencias Informáticas para evaluar todo un año de quehacer luego del VIII Congreso de la organización.

En la vocación de servicio del estudiantado universitario y su compromiso con el pueblo y la Revolución, centraron el debate en este segundo y último día los miembros del máximo órgano de dirección de la FEU entre congresos, que compartieron ideas y valiosas experiencias de trabajo social y comunitario.

Se habló, y mucho, de la participación en el segundo ejercicio nacional de seguimiento y control del proceso Sin tregua contra las indisciplinas sociales, y del apoyo a importantes programas de salud, las campañas de saneamiento, higienización y lucha antivectorial y al desarrollo integral de las serranías cubanas.

Otras intervenciones se enfocaron en el aporte estudiantil a esa prioridad de prioridades que es la batalla económica, en labores productivas, desde la investigación científica o en tareas y proyectos esenciales para el perfeccionamiento empresarial y el avance en la actualización de la economía cubana.

En este inventario no faltaron las experiencias de trabajo en centros penitenciarios y en hogares de ancianos y de niños sin amparo familiar, y también de la inserción en la comunidad de procesos y movimientos de la FEU, como los festivales del libro y la lectura y de aficionados al arte, y la Semana Universitaria de Cine.

A tantas muestras de compromiso y participación reales, de voluntad, pasión, entrega y confianza en la Revolución y en el futuro, se refirió Díaz-Canel Bermúdez en sus palabras de clausura, y afirmó que la realidad contradice la imagen que el enemigo intenta vender al mundo de una juventud cubana apática y desmovilizada.

Eso quisieran e intentan una y otra vez y destinan sumas millonarias a cuanto huela a desideologización y pueda servir para “desconectar” a nuestros jóvenes, apartarlos del camino revolucionario y sembrar el egoísmo y tantos otros antivalores, enfatizó.

Aludió así a los planes subversivos del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, enfocados a las generaciones jóvenes y condenados enérgicamente en una declaración de la FEU, hecha pública hoy en nombre de los más de 125 mil miembros de la más antigua de las organizaciones de masas del país.

La FEU estará siempre representada por estudiantes revolucionarios, patriotas, orgullosos de ser cubanos, virtuosos, educados y combativos como ustedes, puntualizó Díaz-Canel Bermúdez, y añadió que esa certeza parte de la confianza en la Patria, la Revolución, el Socialismo y el futuro.

En esta sesión plenaria y final, el Consejo dijo adiós a varios de sus miembros, entre ellos su vicepresidente, Julio César Fariña, y dio la bienvenida al nuevo Secretariado Nacional, que continuará presidiendo Yosvani Montano, ahora secundado por Arianna Guerra.

Acompañaron a los dirigentes estudiantiles en el debate Olga Lidia Tapia, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, Yuniasky Crespo, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, y Rodolfo Alarcón y Ena Elsa Velázquez, ministros de Educación Superior y Educación, respectivamente.

También hoy quedó abierta en la Universidad de las Ciencias Informáticas una muestra, que en una veintena de bien logradas imágenes fotográficas resume el intenso quehacer y momentos muy especiales vividos desde que el 20 de diciembre de 2012, al cumplir 90 años, la FEU convocó a su VIII Congreso.

La exposición nos recuerda cuánto se ha hecho, para bien del estudiantado y su organización, de Cuba y la Revolución, y este debate confirma que aún queda por hacer, y que perfeccionar la FEU ha de ser cosa de todos los días, pero, también, que vamos por buen camino, aseguró Miguel Díaz-Canel Bermúdez.