México, a la tercera, nos sacó del softbol

México practicó hoy a las mil maravillas el viejo adagio de que «a la tercera va la vencida». Tocado, herido en su orgullo, salió ante la selección cubana de softbol por las medallas de bronce de los XVIII Juegos Panamericanos y las consiguió.

El plantel caribeño los había sometido en el reciente campeonato mundial, celebrado en República Checa, y hace apenas unos días en la fase preliminar de esta lid, con sede en el hermoso complejo deportivo de Villa María del Triunfo.

El partido, cerrado hasta las postrimerías, ofreció signos de que se inclinaba hacia nuestro lado, pero cuando tocó preservar la ventaja llegaron errores a la defensa y flaqueó el pitcheo.

Los aztecas marcaron una carrera per cápita en las entradas dos y tres, mas Cuba ripostó urgente con una y dos en esas mismas “ventanas”. Alain Román, sin estar intratable sobre el box, caminaba el partido.

Los jonrones de Yesander Rodríguez en el tercer episodio (2 CI) y el de Roger Rosete en el quinto parecieron desequilibrar el pleito. Estábamos a seis outs del tercer lugar antes alcanzado en Indianápolis 1987, La Habana 1991, Mar del Plata 1995 y Winnipeg 1999.

Sin embargo, en el sexto el diestro avileño se puso bolón y vino a su rescate Alberto Hernández, a quien le dieron oficialmente dos rolatas, pero también un jonrón de foul que estuvo a punto de variar de golpe la suerte del encuentro.

Lamentablemente, ante uno de esos rodados falló el intermedista Yesander, lo que evitó un doble play salvador del capítulo y probablemente del partido. Además fue la antesala del error en tiro a la inicial cometido por el lanzador zurdo Gusbel Plutín, traído para trabajar a un bateador de la llamada “mano contraria”. Dos rayitas, el empate, costó todo ese tropelaje.

Hacia el final, en el séptimo, los lanzadores no aguantaron y una bola escapada del cátcher redondearon racimo decisivo de tres para la causa mexicana.

«Tengo dolor en el pecho, el corazón partido en dos. Teníamos un partido bastante bonito al principio, de verdad creímos en poder llevárnoslo. Se tornó a favor nuestro, pero vino un sexto inning muy malo. La defensa influyó mucho en las carreras que hicieron, a pesar de que el pitcheo no supo dar el cero cuando debía», opinó Yesander ante los periodistas cubanos.

«El séptimo episodio fue más abarcador para ellos, gozaron de buena ofensiva porque tienen grandes jugadores. Les dimos el chance y lo aprovecharon», concluyó consternado
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Román, en igual situación, agradeció ante todo a quienes colaboraron en su recuperación tras una operación de hernia discal. Luego reconoció como un privilegio «abrir los juegos en el equipo nacional y ser primera figura».

Ya “entrando al partido” confesó: «Perder un juego que teníamos en la mano duele. Es así, estamos tristes.
Dimos todo en el terreno, pero México nos juega agresivamente, “extraterrestre”. Nos dieron y ganaron en buena lid. Los felicito», agregó con la voz algo quebrada.

«No hubo confianza, jugamos con muchas carreras y vi el partido ganado. Con ventaja de 4-2 en el sexto episodio, y el pitcheo de atrás fresco, pensé que no habría necesidad de reingresar. No supimos dar el cero, se habla de la defensa, pero los lanzadores no dimos el escón que hacía falta», reflexionó trayendo a su terreno la responsabilidad de lo ocurrido.

«Nos costó la medalla que habíamos soñado desde el Mundial», aceptó decir ante la pregunta relacionada al devenir de la selección en la actual temporada.

Sus últimos comentarios fueron más generales… «En Cuba se juega buen softbol, pero se nos van los partidos en un inning. Eso es falta de experiencia. Los grandes atletas se hacen jugando, y cuando aprenden no fallan. Nos falta roce internacional porque nos lo creemos, lo tenemos en la mano y se va. Resulta increíble que podamos ofrecer estos partidos contra los mejores del mundo».

El DT Leonardo Cárdenas dialogó ampliamente con los reporteros. Una de sus ideas medulares fue: «No nos puede ganar la ansiedad, los chicos tienen el nivel y no deberían perder por eso». 
   

Sus otros comentarios serán “trigo” de otra historia.