Canotaje rumbo a Lima: ¡Bogar, bogar y bogar!
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Primeras horas de la mañana en Huacho (pequeña ciudad a 200 km de Lima). Los canoístas y kayacistas se preparan para encarar un reto mayúsculo. Las embarcaciones cubanas no están exentas de esa atmósfera. Intentan desterrar la tensión, desafían la neblina, asumen sus bloques de arrancada…
Esa escena intenta recrear una de las jornadas del canotaje, modalidad que pondrá en disputa 18 juegos de preseas, a razón de 12 para la modalidad sprint, y seis la de slalom, donde Cuba no incursiona.
De hecho, los gurúes de la disciplina vaticinan uno de los torneos más difíciles para nuestra legión a este nivel, no solo por la transición generacional que vive el canotaje cubano, sino también por la rivalidad creciente a este lado del Atlántico. De ahí que se antojará prácticamente imposible emular el botín de Toronto 2015, fijado en (6-2-2) en el Welland Pan Am Flatwater Centre.
De cara a un posible rendimiento en aguas del Cuzco, la proyección anticipada es de (2-2-4).
¿Dónde recae la mayor responsabilidad?
Lógicamente en las modalidades de canoa masculina. Primero por el hecho de que, desde La Habana 1991 y hasta Guadalajara 2011 esa embarcación siempre se bañó de oro a nivel continental. Dicho poderío arrollador se vio truncado hace cuatro años en Toronto, cuando Serguey-José Carlos Bulnes recalaron terceros.
Segundo porque justamente Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge, constituyen las principales cartas del canotaje, no exclusivamente pensando en Lima, sino también proyectándolos como posibles medallistas olímpicos en Tokio 2020, máxime cuando los avalan su condición de multimedallistas en Copas del Mundo, y ocupantes de podio (plata) en el Campeonato Mundial más reciente.
Tanto Fernando Dayán en el C-1 a mil metros, como formando dupla con Serguey en ese mismo segmento, parten como favoritos. En solitario, el curtido brasileño Isaquias Queiroz, as universal y medallista olímpico, su coequipero Erlon de Souza, además del canadiense Mark William Oldershaw. Todos con aval y experiencia en el circuito de primer nivel del orbe, entiéndase Copas del Mundo y certámenes universales.
Ojo, muchos se preguntarán sobre la posible presencia del talentoso novel José Ramón Pelier. Sucede que el canoísta titular en el C-1 a mil metros en Poznan, tiene como principal objetivo la participación en el Mundial Juvenil de la disciplina y no se trata de acelerar su curva ascendente de rendimiento. De ahí que Fernando sea el que bogue en individuales del C-1. El próximo ciclotanto Pelier, como en unión de Fernando Dayán, darán mucho de qué hablar.
A propósito del C-2 y su puesta a punto, desde el cuartel general de altura que por estos días sostienen en aguas mexicanas, Serguey explicó a CubaSí:
"Nos hallamos inmersos en la parte más intensiva de la preparación,se trata de dos a tres semanas destinadas a la optimización de las capacidades, sincronización y frecuencia de paletadas. Luego, el 6 de julio regresamos a Cuba para culminar la tercera semana de preparación especial y partir el día 22 hacia Lima.
Individualmente estoy muy enfocado en el trabajo diario, al igual que el resto del equipo. la rivalidad interna del equipo de canoa es muy favorable y sana. Nos exige el máximo desempeño a todos, poner todas las capacidades en función de un objetivo que es cumplir con las medallas que debemos aportarle a la delegación.Contamos con todas las condiciones acá para contribuir en ese sentido y materializar los resultados a los que aspiramos".
Como dupla, encararán escollos similares. Isaquias y Erlon aúnan esfuerzos desde hace más de un lustro, y son los subcampeones de Toronto, en tanto los canadienses dominaron en sus predios esa modalidad, y pueden mover sus piezas en busca de la tripulación más competitiva, pues poseen cuatro hombres para conformar dueto.
Más temibles aún se antojan los de la hoja de maple en la canoa femenina. El binomio de Katie Vincent-Lauren Vincent-Lapointe semeja un muro casi infranqueable, por su condición de ases en Copas del Mundo. La novel dupla antillana de Mayvihanet Borges-Liliana Naranjo, recaló quinta en Poznan pero ahora esta última fue sustituida por Katery Nuevo, y tanto en el C-2 a 500 metros, como Borges en solitario a 200, parten las norteñas como favoritas, con Chile, de la mano de Maria Mailliard y Karen Roco, al acecho.
Esos argumentos les cuelgan a las nuestras cartel de subtitulares de dichos eventos.
El kayak igualmente pasa por una transición generacional, pero la nueva hornada no posee el mismo nivel de talento que la de los canoístas. Por cierto, de las 12 pruebas convocadas en la modalidad sprint (además se pugnará en seis de slalom), ocho pertenecen al kayak y solo cuatro a la canoa.
Acá tres embarcaciones varoniles (K-1 y K-2 a mil metros, y el K-4 a 500), salen con cartel de posibles medallistas de bronce, lo mismo que el K-4 a 500 femenino.
Las restantes cuatro modalidades zarparán con predicciones de cuartos o quintos escaños. Pero precisamente se habla de eso: predicciones, que pueden o no deshacerse cuando la hora cero toque a sus respectivas puertas.
En la preselección de la Mayor de las Antillas, y como política derivada de la estrechez de presupuesto existente en el Inder, solo los botes de mayor tradición y poderío aseguran su presencia en algunas de las paradas de Copas del Mundo, y el Campeonato Mundial. El resto, como en otros deportes, salen del día a día en la presa La Coronela de Caimito, fraguados a paletadas, sol, entrega y kilómetros de regatas. Una suerte de laboratorio a cielo abierto.
La historia también nos respalda como la nación que encabeza esta disciplina en citas multideportivas continentales: 36-22-16 en el sprint, superiores a Canadá (22-24-20) y Estados Unidos (22-15-10), desde su aparición en la edición de Indianápolis 1987.
Solo que el presente no se perfila igual de halagüeño, y la variable eficiencia para los encartados será, como en otras tantas disciplinas, de muchísimo peso.
Ojalá y algún eléctrico nos sorprenda, pues a juzgar por este puzle previo de predicciones, los canadienses estarían llamados a dominar el deporte con seis de vellocinos colgados en sus pechos. Precisamente para los nuestros, sin mirar el areté de sus oponentes, ni prestarles atención a los carriles contiguos en los instantes de la verdad, la divisa será bogar, bogar y… ¡bogar!
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