Presidente cubano intercambia con intelectuales previo al Congreso de la UNEAC

Que los artistas y creadores cubanos, más que espectadores, sean actores de la Revolución, formadores de espiritualidad entre nuestra gente, reflexionó este sábado el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aludiendo a las ideas hilvanadas por el Comandante en Jefe de la Revolución cubana en 1961 y que han pasado a la historia como Palabras a los intelectuales.

A pocas horas de iniciar las sesiones de trabajo del IX Congreso la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el Presidente Díaz-Canel sostuvo un ameno intercambio con miembros de la comisión organizadora y una representación de intelectuales del país y directivos del Ministerio de Cultura, donde subrayó la necesidad de articularnos mejor con la cultura desde todos los ámbitos, para que esta sea verdaderamente participativa e integradora, en lo cual corresponde a la UNEAC reforzar su rol en la sociedad.

En tal sentido, recordó el memorable discurso pronunciado por Fidel en 1961, donde claramente definió el papel que corresponde a nuestros artistas y creadores, y aglutinó las esencias de la política cultural de la Revolución cubana. De la extraordinaria vigencia de esas ideas habló también el Jefe de Estado cubano y convocó a analizarlas con una mayor profundidad, teniendo en cuenta las actuales complejidades.

En un escenario —dijo- donde se intentan imponer los patrones seudoculturales del capitalismo y ha cambiado la concepción tradicional de los medios de comunicación, tenemos que esforzarnos por lograr una mayor interactividad y aprovechar todos los espacios que lo posibilitan.

Por ello su insistencia en que la calidad distinga todo cuanto hagamos para así frenar la banalidad; defender nuestra identidad y memoria histórica; y ampliar los intercambios culturales internacionales, a partir de los cuales se abren y solidifican puentes en diferentes espacios.

Durante el encuentro, los participantes coincidieron en destacar el amplio proceso de debate que ha precedido las jornadas del IX Congreso de la Uneac, a celebrarse entre los días 28 y 30 de junio próximos, y que ha estado caracterizado por el diálogo constante con los artistas de todo el territorio nacional.

Miguel Barnet Lanza, presidente de la Uneac, reconoció el apoyo y la atención que ha tenido la cultura en medio de tantas y tan complejas tareas que tienen por delante el Partido y el Gobierno cubanos, al tiempo que destacó el acompañamiento constante que ha dado el mandatario Díaz-Canel en el transcurso de todo el proceso previo a la concreción de este IX Congreso.

Por otra parte, Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, enfatizó en la necesidad de trabajar en la formación de los públicos, pues la labor de las instituciones culturales no termina con la “puesta en escena” de un producto, sino que guarda estrecha relación con el crecimiento espiritual de nuestro pueblo y su capacidad para apreciar críticamente los procesos artísticos.

De ahí la trascendencia, como acentuó el historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, de que “florezca la cultura”, a la cual corresponde un papel trascendente en las batallas cotidianas de nuestro pueblo.

Acerca de cómo hacer desde la Uneac un mejor país se hablará también en el IX Congreso, pues es esta una Organización llamada a acompañar la actual gestión de Gobierno de una manera activa, crítica y objetiva.

Al respecto, la destacada intelectual cubana Graziella Pogolotti reflexionó que el Congreso debe orientarse a pensar en los elementos sustantivos de la cultura y abrir los espacios de debate con el propósito de formular ideas renovadoras y aglutinadoras que son fundamentales en el contexto actual.

La intención es —aseguró Luis Morlote Rivas, vicepresidente primero de la Uneac-, que el IX Congreso no termine con su sesión de clausura, sino que después continúe en los diferentes niveles, tomando nuevas formas en las futuras acciones que se concreten.