La administración de Donald Trump, que ha incrementado considerablemente la hostilidad contra la nación vecina, dio a conocer este martes que prohibirá a los ciudadanos de este país ir a Cuba bajo la autorización previa conocida como viajes educativos grupales pueblo a pueblo.

Además, según precisó un comunicado del Departamento de Estado, «ya no permitirá visitas a Cuba a través de embarcaciones de pasajeros y recreativas, incluidos cruceros y yates, y aeronaves privadas y corporativas».

«Nos decepciona que el Gobierno haya optado por imponer restricciones adicionales a las condiciones y los medios para los viajes de Estados Unidos a Cuba», indicó en un comunicado el Consejo de Negocios, perteneciente a la Cámara norteamericana de Comercio.

De acuerdo con la declaración, las nuevas restricciones interrumpirán las operaciones comerciales en el sector de los viajes, lo que está fuera de sintonía con los esfuerzos declarados de la administración de que evitaría causar daños a las empresas norteamericanas que hacen negocios legalmente en Cuba.

Además, señaló que se verán perjudicados por los cambios los nuevos empresarios y el pueblo cubano, grupos a los que el ejecutivo estadounidense dijo tener la intención de apoyar cuando Trump firmó en junio de 2017 un memorando presidencial que dio marcha atrás al acercamiento a la nación vecina.

«Hacemos un llamado a la administración para permitir que los estadounidenses ejerzan su libertad de viajar y alentamos al Congreso a actuar en apoyo a este derecho fundamental», añadió en otro momento el comunicado.

Por su parte, la directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas, Emily Mendrala, consideró que las nuevas regulaciones representan otro paso hacia atrás que solo socavará los intereses comerciales de Estados Unidos y dividirán aún más a las familias cubanas.

Asimismo, señaló que crearán dificultades para el pueblo cubano, especialmente la clase empresarial a la que el Gobierno de Trump ha dicho repetidamente que quiere apoyar.

Las reglas eliminan efectivamente las visitas en crucero, un método de viaje que solo comenzó en los últimos años, pero que superó a los recorridos aéreos en 2017 como el más popular para ir a la isla, y permitió a innumerables estadounidenses la oportunidad de descubrir Cuba por primera vez, expresó.

Mendrala sostuvo los cubanoamericanos también disfrutaron la oportunidad de viajar en cruceros para volver a conectarse con los miembros de su familia, y que los ingresos de esa actividad beneficiaron a comunidades portuarias fuera de La Habana y negocios privados más allá de la capital del país caribeño.