Un «súperaficionado» a los Juegos de Londres que pasó cada uno de los primeros ocho días de competencias en distintas sedes olímpicas, murió de un ataque cardíaco en el velódromo.

Conrad Readman, un contador de 49 años oriundo de Cochester (norte de Inglaterra), había pasado meses comprando entradas para ver de cerca hasta tres pruebas por día, incluida la ceremonia de apertura.

Readman asistió también a la caída del clavadista británico Tom Daley, al bronce de la nadadora Rebecca Adlington, a pruebas de canotaje y a varias carreras del atleta más laureado de la historia olímpica, el nadador estadounidense Michael Phelps.

Su muerte, informada hoy, se produjo el viernes pasado en el Velódromo Olímpico, luego de ver a la ciclista británica Victoria Pendleton y al equipo de ciclismo local de sprint ganar un triplete de medallas de oro.

Readman habría muerto de un ataque cardíaco como consecuencia de la alta «emoción» que vivió con los triunfos británicos, en medio de un clima de alegría general de la población británica por los logros del «Team GB», dice hoy el periódico Daily Mail.

Su madre Joan afirmó que su hijo «estaba emocionadísimo con los Juegos».

«Cada día llegaba súperentusiasmado contándome lo que había visto. Le encantaba el deporte y murió haciendo lo que más amaba, ver deportes», agregó.