Fortalezas coloniales acogen a FITCuba 2019
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Los participantes en la 39 Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2019), que prosigue hoy sus sesiones en esta capital, se muestran atraidos por la belleza e historia de la sede ferial en el complejo de fortalezas Morro-Cabaña. Esta feria (7 al 11 de mayo) significa un momento ideal para conocer lugares de mucha significación histórica, como esta instalación militar de la época colonial donde tiene lugar, junto con otras fortalezas de La Habana.
Dedicadas unas a la arqueología, como La Punta, a ferias y visitas de turistas, como El Morro y La Cabaña, y otras a la gastronomía, como La Chorrera, las fortalezas habaneras constituyen atractivos punto de visita para quienes llegan a la capital cubana.
Cerca de sus 500 años de fundada, La Habana (16 de noviembre de 1519), capital insular, muestra sus fortalezas coloniales con más brillo ante los ojos de miles de viajeros de todo el mundo.
Se trata de escenarios con mucha historia, muy bien conservados y por lo tanto uno de los atractivos más relevantes de La Habana, creados para proteger la Villa de San Cristóbal de los ataques de corsarios y piratas.
Buen ejemplo lo constituye, entre otros muchos baluartes, el Castillo del Morro, que recibe a aquellos que llegan por mar a la urbe y la Cabaña, propiamente sede de FITCuba.
El Castillo de los Tres Santos Reyes de El Morro, se posa sobre una alta roca a la entrada de la Bahía. Las obras duraron 40 años, iniciadas en 1589 y terminadas en 1630.
Por demás, el Castillo de la Real Fuerza comenzó su construcción en 1558 y terminaron sus obras 20 años después, en 1578.
La Punta, junto con El Morro, creó un fuego cruzado contra los atacantes. Se elevó en un saliente, y duró 10 años levantarlo, para terminarlo en 1600, 30 años antes que El Morro.
En tanto, el castillo de San Carlos de La Cabaña -quizás el más destacable- comenzó a erigirse en 1763 por orden de Carlos III. Plaza de 700 metros de largo, con un polígono de 450 metros de murallas de bellas líneas.
La Habana, con sus contrastes, también tiene castillos. Bastiones de una época colonial entre ataques de piratas y el deseo español de preservar su colonia. Todo ello quedó casi intacto y hoy se puede apreciar con facilidad.
El Morro, como simplemente se le conoce, tiene forma de polígono irregular, con gruesas murallas, se eleva a 40 metros sobre el nivel del mar y posee baluartes y salientes defensivos.
Y como hecho más distintivo, resultó enfrentar en 1762 a la escuadra inglesa que se apoderó de él y desde allí propició la toma de La Habana que duró 11 meses (hasta el 6 de julio de 1763).
Los viajeros distinguen hoy día por sobre la fortaleza su torre de 10 metros, su faro marítimo, que sirvió de atalaya y tuvo varios cambios: al principio alimentado por leña, en 1819 por aceite, en 1928 con acetileno y finalmente desde 1945 con electricidad.
Son lugares ideales para fotografiar, y ahora un escenario propicio para la principal bolsa de turismo del país y del Caribe, FITCuba 2019.
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