May apela al patriotismo de los parlamentarios para aprobar su Brexit

La primera ministra Theresa May apeló hoy al patriotismo de los miembros del Parlamento británico para que apoyen su acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) en la votación de esta semana.

Debemos dejar de definirnos por la manera en que votamos en 2016. Solo podremos dejar a un lado esas viejas etiquetas si nos unimos como demócratas y patriotas, escribió la gobernante conservadora en la edición dominical de The Sunday Time.

May, cuyo plan para el Brexit ha sido rechazado dos veces por la Cámara de los Comunes, intenta convencer a los parlamentarios de que su acuerdo es la mejor opción para honrar la voluntad del 51,8 por ciento de los británicos que votaron a favor de abandonar la UE en el referendo de junio de 2016.

Según la Primera Ministra, si su propuesta es descartada nuevamente en la votación prevista para el martes próximo, se corre el riesgo de que el Reino Unido no abandone jamás la alianza.

En caso de lograr el apoyo parlamentario, May deberá entonces pedir al bloque europeo que acepte prorrogar la salida, inicialmente prevista para el 29 de marzo, por otros tres meses.

Un aplazamiento del Brexit más allá del 30 de junio obligaría a Londres a participar en mayo en las elecciones para la Eurocámara, lo cual, advirtió la gobernante, sería la mejor demostración del fracaso político colectivo del Parlamento británico.

El principal punto de disenso alrededor del Brexit gira sobre una cláusula incluida por el bloque europeo en el acuerdo original para impedir el establecimiento de una frontera dura entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.

Según esa salvaguarda, que Bruselas asegura tendrá un carácter temporal, el territorio norirlandés seguiría bajo las regulaciones aduanales y comerciales europeas hasta tanto el Reino Unido y la alianza firmen un nuevo acuerdo.

Pero los partidarios del Brexit, entre los que se encuentran el influyente Grupo de Investigación Europea y varios diputados conservadores de línea dura, temen que el Reino Unido podría seguir atado a la UE, aún después de consumado el divorcio.