MIRAR(NOS): Especialmente para los heridos de amor
especiales
A todos nosotros
Había yo leído Los estatutos del hombre, la hermosa poesía que, en efecto, debiera ser ley y donde el brasileño Thiago de Melo proclama la urgencia establecida de todos los humanos a ser felices, y eso, sin distinción de raza o sexo.
De los heridos de amor también sabía incluso por experiencias personalísimas que son, como indica su nombre, personas que logran sobrevivir después de la feroz batalla que el mundo y los mercaderes del alma han llamado amor.
Ahora bien, puesto que ahí (en el amor) y también en la guerra todo vale hay que considerar la convención que existe para quien haya caído en ese lazo conforme existe la de Ginebra, desde 1864 para los casos de guerra aunque está claro que las conflagraciones existían desde mucho antes y el amor también.
Por suerte otro brasileño que no encajaba mucho con mi perfil hasta que leí esto dejó para el mundo estas coordenadas. Expondré algunas por si se sienten en la situación de desastre que puede ser el enamoramiento.
Art1.- Todos los amantes, de cualquier sexo, quedan advertidos de que el amor además de una bendición es extremadamente peligroso (¡Vaya que sí lo es!). En consecuencia, el que se proponga amar sea consciente de la exposición de su cuerpo y sobre todo de su alma a los más diversos tipos de heridas, y no podrá culpar a su pareja porque el riesgo va para ambos.
Art2.- Si uno es alcanzado por la flecha de Cupido puede solicitar de dispare la misma flecha en dirección contraria pero en caso de que el arquero llegue a negarse, la Convención exige al herido retire de inmediato el artefacto y lo tire a la basura (no diga luego que no fue avisado).
Art3.- En caso de que la herida provenga de terceros (el ser amado se interesó por alguien más) la venganza queda expresamente prohibida. Se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen, algunos golpes en la pared y conversaciones con amigos donde se insulte al infiel.
Me saltaré el artículo cuatro con toda la intención, creo que los postulados a continuación son más jugosos.
Art5.- En las heridas definitivas, llamadas también rupturas el único medicamento efectivo es el Tiempo. No busque otro consuelo ni en calmantes, ni cartománticas ni altas dosis de alcohol, después de la resaca seguirá tan herido como antes de ella.
Determinación final:
Los heridos de amor, al contrario de los heridos en conflictos armados, no son víctimas ni victimarios. Eligieron su destino y deben encarar la agonía o el éxtasis de su elección. Los que jamás fueron heridos de amor, jamás podrán decir: “Viví” porque no vivieron.
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