Zoológico cubano llega a 80 años con propuestas para todos
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Primer zoológico en Cuba que aún existe, el conocido como de 26, por su ubicación, ahora lleva como nombre adicional La Edad de Oro, reconocimiento a una obra del héroe nacional cubano José Martí y a los niños.
Precisamente, durante esta jornada cumple sus ocho décadas de abiertas las puertas y de satisfacer los sueños sobre todo de muchos niños que lo visitan, pero en estos momentos de viajeros de todas partes del Planeta.
Un bello panorama da la bienvenida al visitante. Un promontorio con el grupo escultórico de tres venados de bronce, creado por la artista cubana Rita Longa inicia el recorrido del Zoológico de 26.
Sus espacios bien ordenados y la belleza del área que acapara en la ciudad capital, le otorgan un ritmo muy particular y espacio turístico de cara a promover una cultura medioambiental.
Luego de atravesar por varias etapas, esta institución significa para los adultos, el lugar de los recuerdos de la infancia y de los mejores momentos transcurridos mientras descubarían todo un mucho interesante.
Para los pequeños, es el momento de goce de sus facultades, mientras aprenden lo que sus padres y abuelos, en una ocasión tuvieron la oportunidad de saber de las restantes criaturas que habitan el planeta Tierra.
En la actualidad cuenta con una extensión de alrededor de 24 hectáreas y atesora 164 especies.
Oportunamente, su dirección señaló como novedad la renovación del espacio para reptiles, donde los visitantes pueden apreciar ejemplares como majaes de Santa María y dos serpientes pitones de tres metros cada una.
La renovación también alcanza nuevos lugares para los monos, uno de los principales atractivos del parque.
Argumentan los guías como novedades, la exhibición de una de las pocas aves con pelos en Cuba, el casuar australiano, un búho americano de Virginia con más de 40 años de vida y el macho de una pareja de cóndores.
Otro de los temas explicados está en el éxito en reproducciones en cautiverio, cuando en 2008 lograron nuevas crías de una decena de especies, entre ellas el coyote, búfalo enano y pavo real.
El 24 de octubre de 1938 el gobierno del momento emitió una orden para autorizar la creación del Zoológico de La Habana, primer parque de su tipo en la Isla.
Por tanto, se ubicó ese proyecto como una especie de selva con unas 69 especies de animales en dos hectáreas iniciales.
La idea llevaba algún tiempo de camino. Desde 1937 el profesor universitario Carlos de la Torre y otros de sus colegas como Moreno Bonilla y los doctores Nicolás Puente Duany y Carlos G. Aguayo, comenzaron con esa iniciativa.
El lugar escogido era la finca La Rosa, entre la Calzada de Aldecoa y el rio Almendares, donde estaba el Vivero Forestal del Ministerio de Obras Publicas.
Como nota curiosa construyeron un lago mayor de unos 15 mil metros cuadrados y otro menor de cinco mil, con una reproducción de la isla de Cuba en su interior.
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