Precaver, un verbo que los cubanos debemos seguir conjugando
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El estudioso aclara que su trabajo no es en solitario, forma parte de todo un equipo multidisciplinario. Hasta que no concluyan todas sus indagaciones no será revelado ningún adelanto de los resultados sobre tan importante estudio.
No obstante, desde el aval que le confieren tantos años de investigación sobre la temática, insiste en la necesidad de que la población eleve su percepción de riesgo en este campo y subraya un conjunto de recomendaciones para la salud del cubano atendiendo al comportamiento de las variables meteorológicas:
“Tenemos que adaptarnos, y fundamentalmente prepararnos para eventos extremos, que ya los estamos viendo porque los huracanes, por ejemplo, cada vez son más intensos, al igual que las olas de calor, por tanto tenemos que elevar la percepción en la ciudadanía para que conozca qué comportamiento seguir con respecto al cambio climático.
“Esa adaptación implica hacer nuestras actividades más temprano, tratar de estar el mínimo de tiempo expuestos directamente al sol, hacer la actividad física en horas tempranas o después de las 4:30 o 5:00 pm., y sobre todo, tener mucho cuidado con el sol y los niños en las playas y en las actividades deportivas.
Acordarse del peligro cuando truena
Díaz Ramos llama la atención sobre un asunto en particular que anualmente ocasiona la muerte de aproximadamente 64 cubanos: los rayos.
“Los muchachos tienen la mala costumbre de cuando comienza la tormenta cogen la pelota y se van a jugar futbol a la intemperie, o si están en el mar o en una piscina no salen del agua.”
Destaca que en la relevante labor de elevar la percepción de riesgo de los cubanos se dan la mano Educación, Salud Pública y en primer lugar la Defensa Civil. Agrega que el quehacer del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente (CITMA) “es también un factor muy importante porque ahí hay un grupo de especialistas del más alto nivel que precisamente están trasmitiendo todos los resultados, socializando investigaciones, pero a veces no hay la mejor divulgación”.
Este profesor de futuros médicos a quienes imparte la asignatura de Medicina de Desastres subraya la confianza de los pobladores en las autoridades, en la Revolución, que van a su rescate donde quiera que estén. Pero al mismo tiempo señala que la baja percepción de riesgo de esos mismos ciudadanos no pocas veces pone en peligro otras vidas, especialmente la de los rescatistas.
“A veces esperan innecesariamente hasta última hora aunque muchas veces seles haya sugerido que deben abandonar el lugar, evacuarse, pero se quedan porque saben que en el último minuto va n a tener una brigada de rescate y salvamento que los va a sacar, no importa la candela en la que estén, lo mismo un helicóptero, un vehículo anfibio... Eso no sucede así en otros países.”
Aviso diario sobre el tiempo y la salud
Máster en Salud y Desastres, Osvaldo Lázaro Díaz Ramos.
El profesor Díaz Ramos recuerda que en Infomed, portal de la red cubana para la información de salud, se refleja diariamente un parte del tiempo que abunda en las implicaciones que pueden tener para el bienestra de los cubanos las variables meteorológicas. El doctor Carlos Alberto Santamaría es el encargado de la socialización de tales mensajes desde 2003.
Santamaría es también radioaficionado y el coordinador de la red de emergencia de la Federación de Radioaficionados de Cuba. Este galeno tiene la misión, explica el entrevistado, de mantener en el aire cuando hay situaciones extremas, una estación de radio de manera permanente en la Defensa Civil.
El parte diario Tiempo, Clima y Salud, emitido por el doctor Carlos Alberto, también de la directiva de la Sociedad Meteorológica de Cuba, incluye la situación de las manchas solares y también posibles tormentas solares, las cuales, además de incidir en la salud de las personas pueden afectar las comunicaciones.
“La actividad solar impacta en muchos ámbitos, en la presión arterial, por ejemplo. Las manchas solares inciden en una mayor radiación solar y esas partículas solares que se emiten pueden influir también, por ejemplo, en las cefaleas, pueden incluso provocar hasta mareos. Son sensaciones que las personas pudieran percibir en un momento determinado y no asociarlas a estos fenómenos pero es algo que los médicos deben conocer”.
Así continúa reflexionando Díaz Ramos para Cubasí, y agrega que también influyen en la actividad humana las mareas, las fases de la luna... lo cual queda asimismo contenido en el parte que publica Infomed para sus suscriptores y que es totalmente científico, así como la influencia de esos fenómenos en las cosechas, en el crecimiento del cabello o de las uñas.
Mientras dialogamos, el cielo se ha encapotado, se escucha en la lejanía un primer trueno y el entrevistado se despide. Pero antes de que su figura se pierda rumbo a un horizonte cada vez más gris, el estudioso señala al cielo a punto de diluviar y una vez más pronuncia el verbo salvador: “Precaver”.
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