En base a los datos obtenidos por esas entidades, los fallecidos tenían entre 18 y 94 años de edad y el 69 por ciento de ellos era del sexo masculino.
La mayoría de esas personas murió como consecuencia de enfermedades, asaltos y sobredosis de drogas.
Varias de ellas cometieron suicidio y otras presentaban signos de inanición.
Según el TBJI, algunos de los cadáveres fueron encontrados tiempo después del deceso, por lo que el proceso de identificación fue complejo.
La divulgación de esos datos en los principales diarios del país generó numerosas críticas contra el gobierno por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos, las cuales exigieron una mayor protección para los ciudadanos y medidas para garantizar el acceso a la vivienda.
De acuerdo con la cadena de radio y televisión BBC, una portavoz de la dirección del país aseguró que se ejecutarán las acciones necesarias para reducir a la mitad el total de personas sin hogar en 2022 y acabar con ese problema en 2027.
Por su parte, la Oficina Nacional de Estadísticas señaló que se trabaja en la elaboración de un registro oficial.
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