¿Que la pugna por la clasificación directa y los puestos de comodín en la etapa regular de la 58 Serie Nacional de Béisbol está al rojo vivo? Es cierto, como también la notoria rivalidad existente, con once selecciones que matemáticamente aún poseen posibilidades de colarse.

Ahora bien, aclaro que estos elementos, contribuyentes al espectáculo y a sembrar en la afición expectativas, no necesariamente se corresponden con la calidad del certamen, que desde mi prisma, deja aún que desear. Un análisis de los diferentes indicadores de juego intentará despejar las incógnitas cuando, justamente este viernes, se inicien las últimas subseries del calendario regular.

En la cima, con mejor average de ganados y perdidos, pero con tres desafíos menos, aparece Villa Clara (24-15). El top cinco de vanguardia lo completan Industriales y Holguín (25-16, un choque pendiente), Las Tunas (25-17), y Ciego de Ávila (24-17, y uno menos).

De esos elencos Leones capitalinos y Tigres se verán las caras entre ellos. Otros duelos que sacarán chispas serán los de Mayabeque-Holguín, Isla de la Juventud-Santiago de Cuba, y Pinar-Artemisa, siempre en cancha de los segundos.

Hablábamos de calidad de la Serie y trataremos de argumentar nuestro criterio sobre la base de los rubros estadísticos.

Comenzaremos por la ofensiva. Hay un elemento importante en este sentido: tres elencos que colectivamente promedien sobre 300: Industriales (317), Artemisa (307) y Las Tunas (301), además de una media ofensiva de 281 dice de un certamen que adolece de pitcheo efectivo. Sin embargo la cifra de jonrones no anda elevada (404) del total de 2 157 extra-bases conectados. Holguín (44), Ciego (35), e Industriales (34) comandan este apartado, que se complementa con 2 503 boletos, 411 intencionales, además de 3 115 ponches.

El total de corredores en bases impulsados se sitúa en 2 480, en tanto los quedados en base ascienden a 5 040, señal de que aún queda mucho trecho por recorrer en materia de efectividad a la hora de remolcar, uno de los criterios que rige la pelota en la contemporaneidad.

Desde la lomita además de las cifras de estrucados y las regalías, lo que manifiesta serias lagunas de control en la mayoría de los cuerpos de lanzadores, hallamos que se trabaja para un elevado 4.35 carreras limpias permitidas por cada nueve innings, además de un Whip de 1.53. Eso de forma general pues el pitcheo relevo opera para lo hace para 4.58 y 1.61, respectivamente. Eso aderezado con 146 salvamentos de 194 oportunidades posibles. Pero ojo, solo en 91 ocasiones los llamados apagafuegos han podido preservar la ventaja que ostentaban al momento de iniciar sus envíos al home plate.

El control, la debida distribución de sus comandos, situaciones de pensamiento y algunas lagunas de wind-up se cuentan entre los principales obstáculos a vencer.

Dicen los expertos que en un torneo beisbolero de calidad se debe trabajar colectivamente desde la colina de los martirios para entre tres y cuatro limpias permitidas por encuentro. Entonces ciertamente estamos por debajo de ese espectro.

A la cabeza, con criterios de especialización un tanto más marcados, marchan Villa Clara (2.41), Sancti Spíritus (3.73), Pinar (3.84), Holguín (3.86), y Las Tunas (3.99), únicos de los 16 contendientes que trabajan para menos de cuatro, e involucrados en mayor o menor medida en la pugna por el avance a la segunda etapa.

La defensa también posee fisuras. El total de 718 errores, en más de 615 desafíos habla de una media superior a una pifia por encuentro. En la línea roja de lo negativo se hallan Industriales (60 en 41 actos); Santiago de Cuba (59 en 40), y Artemisa (54 en 39), todos con cifras bien superiores en relación a los partidos disputados.

Loables Mayabeque (24-984), Pinar (35-978) y Naranjas (39-975), pues se asegura que fildear en el plano de lo positivo implicaría acercarse a los 980 de forma colectiva, o al menos superar los 975.

Individualmente el holguinero Maikel Cáceres (AVE-424) comandaba a los bateadores, Pedro León se erigía líder en vuelacercas (14), y Styler Hernández iba a la cabeza entre los máximos impulsores con 46.

Desde el box Alberto Bisset y Wilson Paredes exhiben ocho sonrisas cada uno, el propio Bisset (1.33) es el de mejor PCL; y el zurdo Yoanni Yera es el de mayor cantidad de rivales retirados por la vía de los strikes (61).

Tres duelos de adiós de puro vértigo se presagian a partir de este viernes, a pesar de las lagunas que son visibles desde hace algún tiempo en nuestro clásico.

A los ya mencionados enfrentamientos se suman Cienfuegos-Camagüey, Villa Clara-Granma, Sancti Spíritus-Guantánamo, y Matanzas-Las Tunas.

Tras eso se definirán las cuatro armadas que asegurarán su pase directo a la siguiente ronda y las cuatro que se verán en la puja por los dos comodines al mejor de tres partidos. Ya sin opciones se hallan el actual campeón Granma, Matanzas, habitual animador de postemporada desde hace ocho campañas, Cienfuegos, Guantánamo y Camagüey.