El desastre de Fukushima "fue un error humano y pudo haberse evitado"
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La comisión de investigación abierta a instancias del Parlamento de Japón en diciembre pasado para esclarecer el accidente en la central nuclear de Fukushima asegura en su informe de 641 páginas conocido hoy que la catástrofe "pudo y debió haber sido prevista y evitada". En el documento se considera que la tragedia fue, en gran parte, un “desastre causado por el hombre”.
Tras el tsunami que en marzo de 2011 devastó la costa nororiental de Japón y provocó el mayor desastre nuclear que ha sufrido el mundo desde Chernóbil (1986), el Parlamento nacional abrió una investigación que ahora apunta como culpables al Gobierno, a los organismos reguladores y a la empresa propietaria de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), a las que acusa de no haber hecho lo suficiente antes y después del accidente para “proteger a las personas”.
El informe ha sido elaborado por diez intelectuales y expertos del sector privado, que han entrevistado a 1.167 personas y han concluido que, "a pesar de haber sido provocado por estos desastrosos eventos [el terremoto y el tsunami], el accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi no puede ser entendido como un desastre natural". Según el panel de expertos, una cadena de errores humanos y negligencias dejaron la planta sin la preparación necesaria para afrontar la tragedia. Critica con dureza la respuesta inicial del Gobierno del entonces primer ministro Naoto Kan y denuncia que las autoridades reguladoras no ejercieron su papel de supervisión, que fue asumido de forma perjudicial por la propia TEPCO, operadora de la central. A su juicio, lo ocurrido fue resultado de "la connivencia entre el Gobierno, los reguladores y TEPCO".
Los organismos públicos de seguridad nuclear y TEPCO "eran conscientes desde 2006 del riesgo de un apagón total en Fukushima Daiichi si un tsunami alcanzaba el lugar" y de la posibilidad de daños en el núcleo de los reactores, afirman los expertos. "Hubo muchas oportunidades de tomar medidas preventivas antes del 11 de marzo. El accidente ocurrió porque TEPCO no las tomó" y los reguladores públicos "lo dejaron pasar", según el comité, que acusa a la eléctrica de actuar "por interés propio" sin tener en cuenta la seguridad pública. También denuncia que TEPCO descartó "demasiado rápidamente" que el terremoto afectara a los reactores, que en teoría estaban preparados para resistir temblores: "Cabe la posibilidad de que el seísmo los dañara", se dice en el documento, en el que se piden más pesquisas sobre este extremo.
Problemas de organización y formación en el seno de TEPCO, operarios obligados a trabajar "en la oscuridad con linternas como única fuente de luz", desconfianza del Gobierno hacia la eléctrica y una "respuesta lenta" son también mencionados en la investigación. Algunos factores -como la rapidez de los subcontratados que limpiaron los escombros- impidieron que la situación fuera todavía más grave en los reactores 2 y 3, pero "una vez se produjo el corte total de electricidad, fue imposible cambiar el curso de los acontecimientos", revela el documento.
Los investigadores, entre los que se encuentra el Premio Nobel de Química en 2002 Koichi Tanaka, subrayan el deficiente sistema de gestión de la crisis por parte del Gobierno, "lento" y poco claro a la hora de informar a las autoridades municipales, lo que se tradujo en "confusión" sobre las órdenes de evacuación.
"Algunos residentes fueron evacuados a áreas con altos niveles [de radiación] porque no se había facilitado información de control de radiactividad", señalan. Y advierten de que los residentes de la zona afectada, donde hay aún unos 80.000 evacuados, "todavía luchan contra los efectos del accidente", desde las consecuencias de la radiación hasta la contaminación, separación de familias y medios de vida truncados. En medio de este panorama, el Gobierno "no está totalmente comprometido con la protección de la salud pública", aseguran los expertos.
A la luz de la lección que supuso Fukushima, se piden "reformas profundas" en las agencias nucleares, las leyes relacionadas con la energía nuclear y en la propia TEPCO. "Sustituir a gente o cambiar el nombre a los organismos no va a solucionar los problemas. Hay que resolver las causas de raíz", avisan.
Japón recupera el suministro de energía nuclear
La publicación de este exhaustivo informe tiene lugar el mismo día en que Japón ha recuperado el suministro de energía nuclear, después de dos meses sin ella por el apagón gradual de los 50 reactores comerciales del país por seguridad.
Recientemente el Gobierno dio la luz verde a la reactivación de dos reactores en la central de Oi (oeste) al considerar que son seguros y la turbina del primero de ellos fue conectada hoy para generar y transmitir electricidad.
Pese a la autorización del Gobierno, las encuestas apuntan a que más del 50% de la población nipona rechaza la reapertura de las centrales, que antes de Fukushima suministraban el 30% de la energía utilizada por los 127 millones de habitantes de Japón.
Los expertos afirman que el desastre de Fukushima, que quedará "grabado en la historia", sorprendió a las centrales atómicas japonesas sin las medidas de protección adecuadas, y recuerdan que la crisis "no ha acabado".
Cerca de 80.000 personas siguen evacuadas en un radio de 20 kilómetros en torno a la maltrecha central a causa de la radiactividad, mientras que en el interior de las instalaciones miles de operarios trabajan para evitar filtraciones y retirar el combustible nuclear. Se calcula que la delicada operación de sacar el combustible de los reactores dañados y desmantelarlos puede llevar unas cuatro décadas.
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