Lefont: Dos nuevas cotas y el eco de hombres récords (+ VIDEOS)
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El sábado último estableció dos marcas, algo inédito, pues además de desafiar la brisa costera en ocasiones incómoda, y la acción de los rayos solares en la piscina del hotel Meliá Cohíba para golpear el balón con su testa 162 veces en un minuto, y elevar su marca de 1513 golpeos, hasta 1 664, hazaña esta última cubierta en aproximadamente 13 minutos; se hizo acompañar de otros hombres récords.
Hablamos de Douglas Hernández, pionero de la disciplina en nuestro país, su hermano Erick, “el hombre récord” en tierra, Luis Carlos García, llamado a convertirse en el continuador en la modalidad, y José Cautelar, (Cueto), un hombre que tiene el mérito de haber torcido el habano más largo del que se haya tenido noticias: ¡90 metros!
Por si eso no bastara también apoyaron al “Delfín del fútbol” Carlos Tabares, un pelotero que considero plusmarquista en sacrificio y detalles por los que ganarles a sus rivales; y René Navarro, desde mi modesta perspectiva recordista en materia de narración deportiva en nuestro país.
Entonces, no podíamos despreciar la oportunidad de lanzarle una pregunta relámpago a cada uno sobre las cuestiones más complicadas alrededor de sus marcas, y aquí se las dejamos:
Lefont
Los registros de Lefont fueron rigurosamente supervisados por un trío de árbitros FIFA. Foto: Del autor
“La idea surgió a raíz de sentirme bastante cómodo en los entrenamientos tirándole al récord de un minuto. Entonces valoramos la posibilidad de romper el de 1 513, el más fuerte. Nos preparamos en función de ambos.
La combinación en las sesiones pasó por iniciar con el del minuto, varias repeticiones y luego buscaba cantidad de toques. Los 1 513 los superé varias veces, solo que en el Complejo de Piscinas Baraguá las condiciones son diferentes: bajo techo no bate el aire, la luz del sol no afecta cuando miras hacia arriba el balón. En las tardes dominaba el balón en tierra.
Desde el 2008-2009 inicié lo del dominio como un hobbie. Nunca pensé que me convertiría en un recordista Guinness. Mi formación y diez años en el equipo nacional de polo acuático influyó. Para mi significaba relajarme tras la carga de los entrenamientos.
La preparación la tengo bien definida. Trabajo mucho para el de largo aliento las piernas. Cuando ellas están bien paso al toque, el control del balón que es como un don. Lo restante es perfeccionarlo, buscar sincronización de brazos y piernas y buscar una vertical que me ayude a no moverme mucho”.
Lefont posee además otras primacías como la de mayor número de toques (98) con un cinturón de 15 kg asido a su cintura; 200 metros desplazándose con la pelota en equilibrio en los canales de la Marina Hemingway; medio hectómetro con la pelota en equilibrio en 1:14 minutos...
Douglas
“Romper el hielo en cualquier modalidad es complicado. Lo más importante en mi caso fue que lo reconocieran y tomaran en serio tras varias exhibiciones. Solía hacer récords con peso y las horas dedicadas al gimnasio devenían cruciales. Confieso que mi hermano Erick tiene mejor control del balón que yo, pero digamos que la fuerza la complementé con el dominio fundamentalmente con los pies.
De todos mis registros el más complicado fue el de dominar el balón con peso en desplazamiento (100 metros).
Erick
“Le tengo mucho respeto tanto a los récords intensivos como a los de largo aliento, debido a las especificidades que poseen y el diseño de preparación que te exigen.
En el caso de los de larga duración no dependen únicamente de mi condición física y psicológica, se necesita además reunir una serie de condiciones. En el de 24 horas, por ejemplo, tienes que tener iluminación nocturna adecuada, superficie del suelo ideal o cercana a este, los colores de ambiente del lugar, el clima.
Conjugarlas todas para que no exista ningún ruido u obstáculo externo es muy difícil. Por eso se me está antojando el más anhelado y este año no creo intentarlo. Además, cumpliré 52 años y físicamente lidiar con el peso y las cargas comienza a sentirse con mayor rigor”.
Luis Carlos
“Soy el más joven de todos los recordistas y es un orgullo pertenecer a este selecto club. En mi caso he tratado de combinar los entrenamientos con mis funciones de entrenador personal en un gimnasio particular. Las piernas y la preparación para los récords solo con los muslos desde la posición de sentado o las marcas con peso, son las cuestiones más trabajosas y difíciles de lograr”.
Cueto
“Me parece que hay que tener una estabilidad enorme dentro del agua golpeando la pelota. Por eso vine a brindarle fuerza y apoyo A Lefont porque considero extraordinario lo que hace.
En el caso del tabaco de 90 metros que constituye mi récord, lo más difícil resultó conformar el tabaco, escoger la tripa. Hablamos 90 metros. Luego se requiere de delicadeza y oficio para empatar los pedazos y pasarle la capa.
Otro elemento complejo es montar una superficie de esa distancia pareja, que permita trabajar sobre ella y que disminuya el riesgo de que el habano se parta mientras se tuerce y manipula. Creo que pronto buscaré hacer uno de 100 metros, para que se pueda correar por un carril al lado de él en una pista de atletismo”.
Jhoen Lefont y sus dos cotas como pie forzado y punto de convergencia entre hombres récords. El Meliá Cohíba, su hábitat de sábado… por ahora me despido con dos números: 162 y 1664, los toques que le merecieron ambas plusmarcas.
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