Barranquilla 2018: ¿La hora de la resurrección?

Confieso que también en más de una ocasión me la he planteado, e incluso he intentado esclarecer algunos puntos en los análisis. La jornada competitiva de jueves, tranquila en materia de títulos, con el solitario oro de la karateca Sirelys Martínez (68 kg) sirve para tocar nuevamente las puertas de la reflexión.

Lo primero es visualizar con certeza la enorme presión que recaerá sobre las restantes disciplinas aportadoras de oro para Cuba. Hablamos de que en este minuto México (77-66-47) anda escapado, con rendimientos alarmantes para el resto de las naciones contendientes, entiéndase Colombia (43-45-45), y los antillanos (35-42-30).

Eso obliga a los deportistas cubanos con opciones de bañarse en oro, proyectados en pronósticos con mayor poderío o no a transitar por cauces de rendimiento óptimos, sin permitirse margen de error alguno, con énfasis en aquellos vellocinos que involucren directamente a los nuestros con aztecas y anfitriones.
 
Lo segundo es que Venezuela (13 cetros), Dominicana (17-11-22), Puerto Rico, y otras denominadas naciones del segundo grupo de poder, andan un tanto por debajo en su cosecha, otro rasgo que habla del duelo campal planteado entre las actuales tres potencias deportivas del área, y de cómo la distancia entre estas y las demás se ha acrecentado en el último lustro, pues Veracruz 2014 ya mostró un avance en ese sentido.

Lo tercero va sobre no dejarse abrumar por las circunstancias actuales dentro del certamen, con un calendario diseñado precisamente buscando presionar a la Mayor de las Antillas en la primera semana de competencias, que ya dijo adiós.

Tocará, a partir del sábado, que es cuando debemos despegar y aumentar la cosecha dorada en nuestras alforjas, desterrar todo vestigio de tensión, como lo hicieron nuestros peloteros ante el pitcheo de República Dominicana, ya sabiendo que el primer lugar se les tornaba inaccesible. Nocao de 13-1 con friolera de casi 20 inatrapables atestiguan lo anteriormente afirmado. Ojalá y se muestren parecidos los de Carlos Martí en su cierre de calendario ante Nicaragua y los colombianos.

Urge que otros deportes de conjunto como el balonmano masculino, el voleibol, el polo acuático… igualmente saquen la cara.

Sería una inyección de moral positiva para el resto de las disciplinas, de mayor presencia y beligerancia como el atletismo, el judo, la lucha, el canotaje. Otros como el tiro con arco y el bádminton pudieran otorgarnos algunas alegrías. Al igual que el tiro deportivo en lo que le resta de su calendario.

Este jueves la ciclista Arlenis Sierra estuvo cerca de llevarse el gato al agua por cuarta ocasión, pero su homóloga de Trinidad y Tobago, se le interpuso en el sprint final del Keirin, y en definitiva la manzanillera de 25 años tuvo que conformarse con el bronce.

No parece ser el viernes, a juzgar por el calendario, una jornada muy prolífera. Toca esperar 48 horas para ver en definitiva de qué madera están hechos nuestros deportistas, las cartas de triunfo que restan para poder continuar diciendo que desde Panamá 1970, Centroamérica y el Caribe en lo deportivo, están bajo el feudo marca registrada Cuba.

Reitero que el camino será en extremo pedestre pero los atletas cubanos suelen sacar ese extra de los campeones. Cuando aun retumban los ecos del día de la Rebeldía Nacional en Santiago de Cuba y nuestra geografía toda les daré mi modesta valoración: se necesitará una avalancha de rebeldía, ecuanimidad y talento por parte de cada uno de nuestros atletas porque México, por ahora, anda lejos en el horizonte, lanzando miradas doradas por encima del hombro.