Pelota cubana: desde Holanda y hasta Barranquilla… ¿éxito se escribe con?
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Por si eso no bastara el segundo equipo, que mide sus fuerzas en la semana beisbolera de Haarlem, Holanda archiva tres reveses sin conocer la victoria: ante Alemania 4-5, Japón 1-7, e Italia 3-7. Cuestión que hace poco más de una década resultaría una broma de mal gusto. Alemania e Italia ganarle en pelota a Cuba, ¿en serio?
Con esos truenos aumentan los niveles de escepticismo ante la inminencia del torneo beisbolero en tierras cafeteras, máxime cuando rivalizaremos con Nicaragua, México, Venezuela, República Dominicana, Panamá, Puerto Rico y los anfitriones. Hace cuatro años en Veracruz, nos impusimos a los nicas con pizarra final de 9-3.
En tierra de tulipanes ha fallado el pitcheo, tanto el abridor como el de segunda línea, mientras acá en casa ante los noveles talentosos estadounidenses, fue la pobre ofensiva, como nos ha sucedido desde hace más de un lustro en los principales escenarios extra fronteras, el lado flaco del elenco.
Así dan fe los apenas 12 indiscutibles y una solitaria carrera de los cubanos en 27 entradas versus los norteños. Hago esta reflexión porque si bien experimentaron una resurrección ofensiva en la despedida, con sonrisa 15-4, avalada por 17 indiscutibles, incluidos los jonrones de Frederich Cepeda y Guillermo Avilés, desacierto había sido la palabra de orden.
Según lo que pude ver y luego del intercambio con algunos bateadores, la pobre producción, errores de mecánica de bateo y discriminación de lanzamientos, swines lentos que no pudieron hacer blanco en la velocidad superior a las 90 millas del staff contrario.
Si a eso le sumamos deslices en ocasiones costosos relacionados con el abc del béisbol como asistencias en jugadas sobre las bases y demás, en mi modesta opinión imperdonables entre peloteros curtidos, en su mayoría con más de una decena de Series Nacionales a cuestas, la alerta crece.
Si bien el mentor Carlos Martí aseguró que el sistema de todos contra todos bajo el que se pugnará en Barranquilla, beneficia a los insulares y les confiere mayor margen de recuperación, deberán engranar todos los indicadores de juego y elevar el nivel mostrado hasta ahora.
Crucial será que destierren toda sombra de agotamiento, tanto físico como mental; que despierten sus maderos, sin importar la responsabilidad que cumple cada hombre de la alineación en las tandas de sus respectivas provincias; que los miembros del cuerpo de lanzadores asuman su rol con igual prisma.
Efectividad, un vocablo que desde hace buen tiempo vienen utilizando todos los gurúes del INDER a la hora de hacer un pronóstico puntual de la posible actuación de la delegación cubana en Barranquilla, es lo que adolece en varias situaciones de juego nuestra armada.
Precisamente sobre esos criterios se mueve el béisbol contemporáneo, asignatura aún pendiente siendo sincero en nuestro combinado.
En Barranquilla, el peso ofensivo presumiblemente lo llevarán Manduley, Avilés, Cepeda, Gracial, Alarcón y Samón.
Desde la colina de los martirios asumirán el rol de iniciadores Lázaro Blanco, el zurdo Ulfrido García, Freddy Asiel Álvarez y Vladimir Baños, con varios relevistas intermedios, y Raidel Martínez y Vladimir García como apagafuegos.
La mesa se servirá dentro de poco. Por ahora, continuamos sin saber con exactitud con qué letras se escribe éxito para la pelota cubana. Un título muy necesario, tanto o más que cualquier otro que sea capaz de ganar nuestra delegación en Barranquilla. Sencillamente porque la pelota soporta aún, buena parte de nuestra identidad.
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