¿Xavi o Pirlo?
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Su influencia es enorme en dos países que no siempre jugaron como ahora. Xabi (Tarrasa, 1980), en España; Pirlo (Brescia, 1979), en Italia. Y entre los dos descubrieron que "si tenemos que perder lo haremos atacando". Y no hay forma más elegante de hacerlo que la de pegar el balón al césped. Xavi fue un heredero de Cruyff al que el Barça le enseñó "a levantar la cabeza y comprender por qué hacia las cosas sin saber que las hacía".
Pirlo adoraba a Donadoni. A los 19 años, el Inter le fichó para que le ayudase a cambiar la vida. Venía del Brescia, donde enseñó un poderío gigantesco con la pelota. Su idea no tenía nada que ver con lo que pasaba en Italia, donde cientos de entrenadores hablaban de "el físico, la rapidez...." como si los futbolistas fuesen orangutanes. Pero Pirlo descubrió otra idea, "la rapidez en los pases no tiene por qué convertirse en una obsesión", y Lippi le dio la razón en el Mundial 2006. El balón descendió al suelo en aquella maravillosa semifinal ante Alemania que Italia acabó jugando con tres delanteros. Y no hubo problema, porque Pirlo fue el hombre al que Cruyff definió como "un genio" en aquel campeonato. "Hace lo que quiere con los pies".
Pirlo es mediocentro, como Xavi en el Barcelona. Ninguno de los dos son hombres físicos. Seguramente, en una carrera de 100 metros quedarían entre las clases más bajas. Pero en el fútbol de hoy, acostumbrado al músculo y a los decimales, no hay problema más fuerte que ellos. Pirlo insiste en que aún no lo ha aprendido todo. "Cada día me quedo en el campo después del entrenamiento para perfeccionar la técnica. Nadie me obliga, pero me gusta hacerlo".
Xavi también se ha hecho respetar en un mundo en el que no queda "ni un metro ni un segundo" libre. Aprendió "a buscarse la vida y a encontrar espacios donde no los hay" como ya intuía hace doce años cuando escuchaba a los entrenadores decir: "Los futbolistas deben anticiparse al futuro". Tenía 20 años cuando jugó los Juegos Olímpicos de Sidney. Y en los cuartos se cruzó con la Italia de Pirlo, que mostraba un talento especial. El duelo fue memorable entre los dos. Se resolvió a favor de España. Un gol de Gabri fue decisivo.
Desde entonces han pasado doce años. Gabri, por ejemplo, se retiró del fútbol en el Sion suizo y mucha más gente de esa generación a la que le faltaron motivos para seguir. Pero Xavi, con una lesión crónica en el tendón de Aquiles, es más importante de lo que lo era entonces. Pirlo, también. Sigue sin conocer la angustia y todavía juega como un maestro. La noche del domingo sintió agobiado a Hart, el portero inglés. No le importó que a media Italia le diese un ataque al corazón. Tiró el penalti a cámara lenta y Buffon, el portero, volvió a referirse a él como Dios. "Es verdad", señala. "Viéndole jugar por delante de mi defensa, siempre he pensado que Dios existía". El hombre que se atrevió a hacer eso llevaba 120 minutos en el césped. "No sé si será algún don", contestó al preguntare si se trató de una locura.
Xavi predica con su precisión en esta Eurocopa. Ha acertado 371 de los 423 pases que intentó (88%) lo que otorga realismo a su discurso: "Tú no puedes exigir si no te autoexiges". ¿Y la fecha de caducidad? Xavi tiene 32 años; Pirlo, 33, pero la tentación no existe. Es más, el verano pasado Pirlo dejó el Milan después de diez años, "porque necesitaba buscar nuevas motivaciones". Y en la Juventus descubrió que sigue como siempre. "Todavía necesito llegar a lo más alto".
Xavi es igual. Se define como "un enfermo de la victoria". "Yo voy allá donde va la pelota". Necesita seguir levantando la cabeza en el césped. Quizá no hay mejor ejercicio de psicotécnicos para el cerebro que ese. "¡Los rivales no me dejan tiempo para pensar". Pero eso también le pasa a Pirlo en Italia. Seis años después de ser campeón del mundo, ha resucitado en esta Eurocopa. Sin faltar el respeto a nadie, va de sobrado con la pelota. Su reflejo está en Prandelli, el seleccionador, cuando dice: "Intento no tomarme el fútbol en serio". Italia recuerda entonces que Pirlo es un caballero. "Mi perímetro es el terreno de juego y el vestuario. El resto no es de interés público". Y eso es otra similitud más que tiene Xavi que, como él, opositó sin suerte al Balón de Oro. Y, si las comparaciones no son odiosas, todavía hay tiempo en esta Eurocopa para descubrir quién es mejor mediocentro: ¿Xavi o Pirlo?¿Qué piensan ustedes?
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