El marcador, idéntico al que los dejó airosos sobre Egipto, sirvió para erigirse junto a la anfitriona Rusia, como agraciados en el grupo A, del cual discutirán la primera posición, vital para los cruces, el próximo lunes 25.

Tenía que ser Luis Suárez, su referente en ataque, el autor de la diana, nada más y nada menos que en su partido número 100 con la selección. Corría el minuto 23 cuando tras un córner en el que el portero saudí midió mal su salida Suárez metió la pierna y la mandó a guardar al fondo de las redes.

Siendo objetivos, salvo esa ocasión, los charrúas no tuvieron otras oportunidades bien claras de gol, en buena medida producto de la salida lenta y ausencia de un cerebro creador y capaz de controlar los tiempos de juego en el medio campo.

De hecho, las otras internadas de los discípulos de Óscar Washington Tabárez llegaron por los laterales, en trazos largos, fundamentalmente por el carril derecho, el de Carlos Sánchez. Pero ni él, ni Cristian Rodríguez contribuyeron a la causa todo lo que se esperaba, pues además se mostraron tardíos en los achiques defensivos.

De ahí que ambos fueses sustituidos en el decursar del choque. Por muy extraño que parezca, los saudíes tuvieron más tiempo la Telstar-18 en sus piernas (53-47%) y cobraron un córner más que sus oponentes (4-3). Eso sí, adolecieron de poder de fuego en su delantera y eso les impidió culminar el encuentro con otro veredicto. Solo Bahbri tuvo par de oportunidades, una de ellas rechazada por Muslera.

Los de Juan Antonio Pizzi, sin poder concretar el ligero dominio se despiden junto a los egipcios de la competición, en tanto la garra charrúa se medirá a la furia de los locales por la cima de la llave y ser el posible rival de España o Portugal en la siguiente instancia.

Factores X:

1- El olfato goleador de Luis Suárez, un seguro en cualquier circunstancia de juego.

2- La ausencia en el medio campo uruguayo de un mariscal de campo, generador de jugadas y capaz de alimentar a la dupla Suárez-Cavani.

3- La inoperancia de la delantera saudí, incapaz de inquietar con propiedad a Fernando Muslera y buscar la paridad en la pizarra.

4- Uruguay se asienta sobre las mismas variantes arquetípicas de décadas atrás, sin nada que deslumbre, creo que sufrirá en el cara a cara con Rusia, donde ya salen en ligera desventaja por el gol average de los anfitriones.

Nada, que encomendarse al talento de un jugador, puede arrojar buenos dividendos. Portugal tiene a Cristiano, y Uruguay pudiera decirse que a Luisito Suárez.