Cuba, ejemplo mundial de seguridad alimentaria
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La Constitución del país reconoce y protege ese y otros derechos como los económicos, sociales y culturales, la salud, la educación, el trabajo y la seguridad social. A juicio del representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el brasileño Marcelo Resende, Cuba demostró su vocación por el desarrollo de la producción alimentaria con la democratización de las tierras a través de la Reforma Agraria, cuya primera ley al respecto se firmó el 17 de mayo de 1959.
En conversación con Prensa Latina, el funcionario precisó además que desde los primeros años posteriores a 1959, el país comenzó a promover la agricultura como sector fundamental para producir alimentos destinados a la población, no sólo en esta isla, sino también en el mundo.
La FAO, afirmó, mantiene con Cuba una alianza por el desarrollo desde hace cuatro décadas, de apoyo a los planes de creación de centros científicos e investigativos y el fomento de producciones apícola, porcina, acuícola y otras ramas mediante asistencia técnica y proyectos de cooperación.
Cuba es especial para la FAO, que ha aprendido de la isla, la cual es un ejemplo de combate al hambre y también de enfrentamiento y mitigación del cambio climático.
Actualmente la cooperación bilateral se expresa en el apoyo a los programas de recuperación ante desastres, el desarrollo de la producción de semillas, alimento animal, sanidad vegetal, frutales y energía renovable, y a otros proyectos en los que el organismo aporta conocimientos y algunos recursos.
Especial connotación tiene la cooperación Sur-Sur, en la que Cuba es protagonista fundamental, y la cual, a través de la FAO, ha coadyuvado a la alimentación de otros países, aportando técnicos y conocimientos.
En este sentido -declaró- queremos dar un nuevo impulso a la colaboración en el sector con otras naciones, aprovechando la experiencia de este país en la agricultura urbana y la producción de biofertilizantes y bioplaguicidas compatibles con la ecología.
VISIÓN DEL PMA
Para la representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Laura Melo, Cuba está en la primera línea entre los países en los esfuerzos por lograr la seguridad alimentaria.
Se trata además de una de las naciones de mayor cobertura para fortalecer la nutrición materna infantil, programa paradigmático por la labor sistemática a nivel nutricional.
El PMA coopera con Cuba desde que el huracán Flora afectó la mayor de las Antillas en 1963. La acompaña en la ejecución de programas de desarrollo vinculados con el sector alimentario y la lucha contra la sequía, un tema de gran preocupación por su impacto en la seguridad alimentaria, sostuvo.
Explicó que el ciclo actual de cooperación bilateral comenzó en 2015 y comprende el apoyo a la red de protección social y su vínculo con las cadenas de producción de alimentos.
Melo reconoció la gestión del gobierno en función del derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria, y el establecimiento de políticas públicas de protección social.
Comentó a continuación que las estadísticas confirman que Cuba está bien posicionada a nivel mundial en términos de alimentación, pese a las dificultades afrontadas durante el llamado período especial y la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace casi seis décadas.
El país, agregó, concede gran importancia tanto a temas de soberanía alimentaria como de seguridad alimentaria, y si observamos los lineamientos del proceso de Actualización del Modelo Económico vemos la prioridad que tienen esos temas, apuntó.
Ambos representantes del programa de la ONU coincidieron en la voluntad política del país en el tema de la seguridad alimentaria, y en el hecho de que la isla cumplió los objetivos del milenio (2000-2015) relacionados con la eliminación del hambre y los del desarrollo sostenible (2015-2030) relacionados con la erradicación de ese flagelo.
CUESTIÓN DE SEGURIDAD NACIONAL
Como ha señalado la alta dirección del país, la producción de alimentos es una cuestión de seguridad nacional.
La nación destina anualmente no menos de mil 700 millones de dólares para la importación de alimentos dirigidos a satisfacer las necesidades básicas de su población y al desarrollo de la producción, que enfrenta la agudización del bloqueo estadounidense.
El cerco de Washington obstaculiza las transacciones del país destinadas a su desarrollo y encarece con esta política restrictiva las adquisiciones de equipamiento e insumos agropecuarios, lo que obliga a buscar en mercados lejanos los productos que necesita, a un precio mucho más caro.
Según reciente informe sobre los daños del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, estos ascendieron en el último año a más de 260 millones de dólares, solo en el sector agrícola.
No obstante esta gran dificultad, la agricultura cubana avanza a partir de un programa de desarrollo perspectivo, que incluye importantes inversiones en maquinaria, equipos y plantas agroindustriales, a fin de modernizar un sector en el que escasea la fuerza de trabajo y requiere mayor productividad y eficiencia.
* Periodista de la Redacción de Economía de Prensa Latina.
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