Comenzó la Cumbre de los Pueblos en Rio de Janeiro
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Los mantras repetitivos Hare Krishna resuenan frente a la bahía de Rio, y son interrumpidos súbitamente por gritos guturales: el cacique Raoni, su arma tradicional en mano, anuncia con una danza su llegada a la Cumbre de los Pueblos, alternativa a la conferencia Rio+20.
"Estoy aún vivo para luchar contra las cosas que el hombre blanco nos hizo, contra la naturaleza", lanza ante cientos de personas el cacique caiapó de 82 años, el más respetado de Brasil y conocido en todo el mundo por su lucha en favor de la preservación de la Amazonia.
Organizada por la sociedad civil al margen de la conferencia Rio+20 de la ONU sobre el desarrollo sostenible, la Cumbre de los Pueblos arrancó este viernes con la participación de diversos grupos religiosos y cientos de activistas.
Indígenas de todo Brasil con pinturas de guerra, adeptos de la religión afro-brasileña candomblé vestidos de blanco y seguidores de la filosofía Hare Krishna comenzaban a llegar al parque de Flamengo, frente a la bahía de Guanabara y con el telón de fondo del cerro Pan de Azúcar.
Se espera que unas 15.000 personas participen cada día en más de 600 actividades de esta cumbre alternativa, que tiene lugar a 40 km de las negociaciones oficiales de la ONU.
"Vine aquí para intentar conocer los métodos para luchar contra el cambio climático, necesitamos trabajar fuera del sistema y tenemos mucho que aprender de los indígenas", dijo a la AFP Erynne Gilpin, de 23 años, una estudiante canadiense de origen indígena.
Una portavoz del Movimiento Interreligioso explica que la meta es "dar visibilidad a los pueblos y a las religiones más vulnerables". Una gran marcha tendrá lugar el domingo en Ipanema, añade.
"Los elementos que forman el planeta son la base del candomblé: tierra, aire, agua y fuego. Es por eso que somos defensores del medio ambiente", declara Renato de Obaluay , sacerdote de esta religión.
El profesor de Economía H. M. Desarda, de la Universidad de Hyderabad (India), participará en una mesa redonda de esta cumbre alternativa.
"Nuestro planeta está amenazado. El enemigo número uno es el actual estilo de vida estúpido que llevamos", subraya el profesor antes de citar a Gandhi: "La Tierra tiene lo suficiente para cada uno. Necesidad; no codicia".
Un grupo de indígenas de la Amazonia llegados a Rio por primera vez tras un viaje de dos días en bus, y que apenas hablan portugués, se sacan fotos frente a los yates de la bahía de Rio.
Están acampando en el sambódromo, donde tienen lugar cada año los desfiles del carnaval. Otros indígenas montaron un poblado tradicional bautizado "Kari-Oca" no lejos del centro de convenciones oficial en Barra da Tijuca, al oeste de Rio. En total se aguarda la presencia de 1.600 indígenas de todo el mundo.
"Estamos preocupados por el futuro del medio ambiente. Queremos saber qué van a hacer los gobiernos con los pueblos que siempre han protegido la selva. Queremos alternativas económicas para los productos que tenemos en nuestras tierras", declara Irineu Baniwa, proveniente de Sao Gabriel da Cachoeira (Amazonas), en la frontera con Venezuela.
"Los países desarrollados siguen contaminando el mundo, ¿cómo van a reducir sus emisiones de CO2?", pregunta.
En Rio Centro, "el pequeño Miami de Rio" donde tiene lugar la conferencia oficial, las negociaciones que comenzaron el miércoles se han extendido más de lo previsto porque en un contexto de crisis económica internacional los países más ricos no est án dispuestos a financiar el desarrollo sostenible.
Jose Wiliam de Souza, funcionario de medio ambiente del gobierno estatal de Ceará (noreste), participa en la conferencia oficial pero este viernes fue al parque de Flamengo "a observar lo que los pueblos tradicionales pueden hacer para proteger el medio ambiente".
"Aquí se expresa el sentimiento del pueblo; o la sociedad civil se implica, o no llegaremos a nada. Rio Centro es lo institucional y el poder de decisión".
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