Dos grandes exponentes de la pianística y el jazz cubano de reconocido prestigio internacional, Chucho Valdés y Gonzalo Rubalcaba, deleitaron al exigente público austriaco en un hermoso concierto único a cuatro manos y dos pianos ofrecido ayer en una abarrotada Gran Sala del Konzerthause, el principal teatro de Viena, que alberga a más de dos mil asistentes.

El público disfrutó del brillante espectáculo, en una atmósfera de complementariedad y armonización protagonizada por los talentosos músicos durante dos horas, transcurridas sin pausa, con un repertorio que prácticamente representó un recorrido cronológico por las diferentes etapas y estilos de la pianística cubana y universal. Resultó impresionante apreciar cómo las raíces afroamericanas y latinas de la música cubana, expuestas a través de las composiciones personales de los Maestros y de las obras de Lecuona y Moisés Simons (con la original versión de El Manisero), se imbricaron melódicamente con el clasicismo de Chopin o la autenticidad jazzística de Caravan, de Duke Ellington, donde lo mismo Gonzalito tocaba el tambor con el piano, como Chucho sacaba acordes exclusivos al rasgar las cuerdas interiores del instrumento.

Al final, una larga y —poco usual— estridente ovación, tributada de pie, fue testimonio de la receptividad y agradecimiento del auditorio por la maestría artística demostrada por los ejecutantes en su propuesta. La agencia de prensa austriaca APA calificó de "noche perfecta" y “brillante” la actuación de los músicos cubanos, quienes “dieron alas a los pianos”.

Ambos Maestros, de diferentes generaciones y estilos, lograron encima del escenario una impactante sincronización de movimientos, musicalidad y virtuosismo. Hicieron brillar en lo más alto la cultura y música cubanas.

El concierto constituyó el inicio de la gira europea de este año de ambos pianistas que los llevará también a España, Alemania y Rusia, entre otros países, presentando el nuevo proyecto conjunto: Trance, que precisamente establece una profunda conexión entre los muchos estilos en la música, sobre la base de un diálogo instrumental entre dos brillantes artistas, representantes de diferentes generaciones, cuya amistad, admiración mutua y respeto se remontan a décadas atrás para convertirse ahora en la fundamentación de este evento cultural.