Cuatro años atrás, la selección brasileña de fútbol dejó la peor impresión posible ante su público, tras caer por una escandalosa goleada 7-1 frente a Alemania, en una de las semifinales de la Copa Mundial que ellos mismos organizaron; luego, para profundizar en el caos,

Holanda también vapuleó a los locales y los dejó fuera del podio. La herida siguió abierta y Brasil ni siquiera pasó de la fase de grupos de la Copa América Centenario, efectuada en 2016, y en las eliminatorias para la cita de Rusia el equipo, conducido en ese entonces por Dunga, apenas ganó dos de los primeros seis partidos.

Para sorpresa de todos, Brasil había abandonado su célebre “jogo bonito”, aunque no era un secreto que esto se debía más a planteamientos tácticos de los entrenadores que a la falta de talento. Entonces llegó la “revolución”: la Federación brasileña decidió, finalmente, sacar del banquillo a Dunga y colocó al mando de la selección a Tite, un veterano directivo, con muy buenos resultados en torneos domésticos, pero nula experiencia internacional. La transformación fue inmediata. El nuevo DT decidió otorgarles más protagonismo a los jugadores que le dieron el título olímpico a la Canarinha en Río de Janeiro y confió en Neymar y Gabriel Jesús para liderar el ataque; además, le entregó la titularidad a Paulinho y Renato Augusto.

El cambio fue positivo y Brasil comenzó a mejorar, a tal punto que en marzo de 2017 se convirtió en el primer clasificado para el Mundial de Rusia y cerró como amplio líder de la eliminatoria de Conmebol.

La selección brasileña ha estado presente en todas las ediciones de la Copa Mundial de fútbol. Su historia en este torneo es amplísima: es la única con cinco títulos (1958, 1962, 1970, 1994 y 2002) y solo en dos ocasiones no ha avanzado a la segunda fase de una Copa (1930 y 1966). En 1970, tras conquistar su tercera corona, recibió, supuestamente para siempre, la Copa “Jules Rimet”, que fue el trofeo que levantaron los campeones a partir de 1930. Luego, ese trofeo, hecho de oro, fue robado de las instalaciones de la Federación brasileña y los vándalos lo fundieron.

La Canarinha ha sido protagonista de varios de los mejores momentos en Mundiales, como aquel inolvidable equipo de México 1970, que mostró la versión más completa del “jogo bonito” y también le ha tocado sufrir enormes decepciones, como el “Maracanazo” de 1950, cuando Uruguay amargó el sueño de los fanáticos brasileños de ganar su primer Mundial y, luego, en la final de 1998, cuando Francia aplastó a los sudamericanos, 3-0.

Íconos del fútbol como Pelé, Garrincha, Carlos Alberto, Ronaldo han brillado con Brasil en los Mundiales. El mejor de la historia (aunque Diego Armando Maradona no esté de acuerdo) levantó en tres ocasiones la Copa y anotó en total 12 goles; mientras, Ronaldo fue campeón en dos oportunidades: en 1994 no tuvo minutos de juego, sin embargo, en Corea del Sur/Japón 2002 fue el gran protagonista, con ocho anotaciones y en la actualidad aparece como el segundo mayor goleador en la historia de la Copa, con 15, por detrás del alemán Miroslav Klose.

¿LLEGARÁ EL SEXTO TÍTULO EN RUSIA 2018?

El Brasil de Neymar y Coutinho está considerado, justamente, uno de los grandes favoritos para conquistar la Copa Mundial que organizará Rusia. El sorteo ubicó a la Canarinha en un grupo (el E) aparentemente cómodo, donde tendrá como rivales a Suiza, Costa Rica y Serbia.

De ellos, el más complicado podría ser Suiza, un equipo que en el Mundial de 2014 llegó a octavos de final, donde perdió ante Argentina. Los helvéticos tuvieron que sudar para obtener el boleto, porque quedaron en la segunda plaza de su agrupación y esto los obligó a jugar un playoff contra Irlanda del Norte. Los brasileños tendrán que prestar mucha atención a Granit Xhaka, la figura principal de esta selección que también cuenta con el talento de Xherdan Shaqiri, Stephan Lichtsteiner y Steven Zuber.

Otro rival europeo que podría inquietar a Brasil es Serbia. En las eliminatorias, los serbios solo sufrieron una derrota en 10 partidos y obtuvieron la plaza de manera directa, por encima de otros equipos que lucían favoritos como Irlanda y Gales (semifinalista de la Eurocopa 2016). La defensa sudamericana deberá prestar especial atención al centrocampista Sergej Milinkovic-Savic y a Nemanja Matic.

El tercer oponente del grupo E será Costa Rica. En la Copa de 2014 este equipo fue una de las grandes sensaciones, al dejar en el camino a Inglaterra e Italia en la primera etapa y, luego, venció a Grecia en la tanda de penales. Esto le permitió a los ticos incluirse, por primera vez en su historia, entre los ocho mejores. En cuartos de final no permitieron goles a Holanda, pero cayeron en los penales. Para la cita de 2018, el técnico Óscar Ramírez contará con jugadores de experiencia mundialista como Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges.

Para afrontar el Mundial de Rusia, Tite utilizará la base del equipo con el que ganó la eliminatoria de Conmebol y volverá a recurrir al sistema táctico 4-1-4-1 que le trajo tan buenos resultados. Neymar, Philippe Coutinho y Gabriel Jesús serán las referencias en el ataque; mientras, Dani Alves y Marcelo se encargarán de controlar los carriles y Casemiro, Renato Augusto y Paulinho también parecen tener un lugar asegurado en el once titular.