CT56: La última leyenda azul…
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Estadísticas: José A. “Tony” Pérez
Vistió por primera vez la franela de Industriales en las Series Nacionales en una sub-serie contra Santiago de Cuba en el “Guillermón” durante la temporada 1992-1993. Entró en sustitución de William Rodríguez bajo el mando de Jorge Trigoura y de ahí en adelante jamás perdió la titularidad en las praderas azules.
En la Final de 1994 ante la “Trituradora Naranja” de Víctor, Arrojo, Toca, Paret, Montes de Oca, Riscart, Osmani, Machado, Perdomo y compañía, mostró de qué estaba hecha su esencia en los momentos cumbres y lanzaba un mensaje al futuro: haré grande este número 56 y así lo hizo por 25 años…
Por aquel entonces jugaba el jardín derecho y alineaba noveno en la tanda azul. Sin embargo, a pesar del excelente rendimiento no pudo impedir que Villa Clara se alzara con el título en un memorable séptimo partido en el Estadio Sandino que enfrentó a Orlando “El Duque” Hernández con Rolando Arrojo.
En la campaña 1995-1996, los Azules estrenarían a Pedro Medina en la cueva y Tabares defendería la pradera izquierda. Otra vez contra la tropa de Pedro Jova en la Serie por el Campeonato. Los Naranjas venían de ganar tres cetros al hilo y amenazaban con igualar el récord de sus rivales, pero Industriales sacó su casta para impedirlo (4-2). Eventualmente, Tabares realizó la atrapada más espectacular del match sobre una soberbia línea de Osmani García -en el tercer juego- ante 55 mil personas en el Latino.
Con la llegada del primer gallardete nacional comenzaría a forjar su leyenda y al año siguiente se adueñó del jardín central en sustitución de ese monstruo de la posición que fue Javier Méndez. Esa fue sin dudas; la base de su vida, la de los fildeos galácticos, la del estilo inigualable, la de la entrega total y las zancadas bendecidas por la magia del viento.
Cuántas veces se estrelló contra el muro y dislocó la clavícula para degollar extrabases, o caminó sobre la barda del Templo más venerado por la afición de la capital después de capturar elevados al más puro estilo de Willy Mays. Sólo un Dios irrepetible como Víctor Mesa ha sido más sensacional en esa isla desierta llamada: center field…
Ningún jugador brilló tanto a la hora cero en la dinastía del Rey Vicente (2003, 2004 y 2006) dentro del equipo azul. Fue ese enorme capitán con espíritu y valor de guerrero para apresar imposibles y soltar bambinazos memorables, como aquel ante Osmel Cintra, en el cuarto juego de la final de 2006 frente a Santiago, que sirvió para igualar la serie (2-2) y después derrotar a las Avispas por única vez en el Guillermón.
En una época donde muchos jugadores decidieron emigrar, siempre se mantuvo al lado de su gente y defendiendo los colores capitalinos. Es el último símbolo de esa generación dorada de los años noventa, aquella que repletaba estadios y hacía soñar a cientos de niños. Fue un jugador sin miedo, de esos que dejaban la vida en el campo y que extrañaremos eternamente…
Hoy, a las 6:56 p.m., está pactado el retiro oficial de Carlos Alberto Tabares Padilla, quien por 25 temporadas vistiera la camiseta de Industriales en Series Nacionales. Con ella ganó más campeonatos que ningún otro jugador de La Habana (5) y disputó (9) finales en clásicos cubanos. Es también el atleta que más campañas ha jugado con los Leones.
El halito mágico del Latino y la memoria de toda la fanaticada industrialista, le dice gracias y lo guarda en el mismo sitio de esos inmortales azules como Marquetti, Medina, Capiró, Urbano, “Changa”, Valle, Darcourt, Pablo Miguel, Arocha, Valle, “El Duque”, Anglada, Enriquito, Kendry, Vargas, Yasser, Hurtado, Carneado, Chávez, Trigoura, Germán, Padilla, Scull, Yadel y Javier. Sin dudas, lo que hizo fue extraordinario sobre ese maravilloso número 56…
LAS CUATRO LETRAS
El Mundial de Italia en 1998 –dirigido por Alfonso Urquiola- y los Juegos Centroamericanos de Maracaibo, le abrieron las puertas del equipo nacional y lo coronaron monarca en compañía de leyendas como Omar Linares, Orestes Kindelán, Antonio Pacheco, Juan Manrique, José Ariel Contreras, Pedro Luis Lazo y Norge Luis Vera.
Después de una ausencia de casi un lustro regresaría en los Panamericanos de 2003, en República Dominicana, para salvar a Cuba con un fildeo extraordinario frente a EE.UU en el duelo por la medalla de oro, que estremeció a todo el “Quisqueya” y apuntaló el triunfo antillano. Un año más tarde, en la lejana Atenas, cuna del Olimpismo, engañó hasta a las cámaras y robó un batazo que pudo costar la cima del Olimpo.
El Primer Clásico Mundial de 2006 lo enfrentó a un nivel de béisbol de Grandes Ligas y allí compartió con luminarias del calibre de Albert Pujols, Alfonso Soriano, Bartolo Colón, José Reyes, Moisés Alou, Adrián Beltré, Johan Santana, Miguel Cabrera, Omar Vizquel, Bobby Abreu, Carlos Beltrán, Iván Rodríguez, Bernie Williams e Ichiro Suzuki. El metal plateado del equipo cubano es considerado la actuación más sobresaliente de la pelota cubana en eventos internacionales.
PALMARÉS
Oro Campeonato Mundial Italia´98
Oro Juegos Centroamericanos y del Caribe Maracaibo´98
Oro Juegos Panamericanos Santo Domingo´2003
Oro Copa Mundial La Habana´2003
Oro Preolímpico de Panamá ´2003
Oro Juegos Olímpicos de Atenas´2004
Oro Copa Mundial de Holanda´2005
Plata Primer Clásico Mundial´2006
Plata Preolímpico de La Habana´2006
DE POR VIDA (25SN)
Ofensiva
AVE-.307, OBP-.356, H-1956, C-1059, IMP-815, 2B-259, 3B-53, HR-102, SLU-.412, SH-200, BR-222
Defensiva
JJ-1760, INN-13368.1, TL-3308, OUT-3085, ASIST-149, E-74, DP-28, TP-1, AVE-.978
Postemporada (19)
Ofensiva
AVE-.302, OBP-.361, H-191, C-115, IMP-88, 2B-27, 3B-9, HR-15, SLU-.444, SH-19, BR-26
Defensiva
JJ-172, INN-1378, TL-339, E-8, AVE-.976
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