Cuba-USA: Burda conspiración

Sin embargo, el republicano de Florida, Marco Rubio rechazó lo dicho por el primero y aseguró  que “sabe muy bien que aún se cuestiona el método empleado en los ataques, pero no los ataques y las lesiones que ocurrieron”.

Rubio escribió en su tuit que se trata de “un HECHO documentado que 24 funcionarios del gobierno de Estados Unidos y sus cónyuges fueron víctimas de algún tipo de ataque sofisticado mientras estaban radicados en La Habana”.

Luego de reunirse en Cuba  con importantes funcionarios  el  senador Flake  declaró que después de leer los informes clasificados de la parte estadounidense, no tenía dudas  de lo expresado por la parte cubana cuyo saldo desestima cualquier tipo de ataque hacia ese personal diplomático.

Estas discrepancias han motivado la celebración de una audiencia anticipada este martes, del subcomité de Relaciones Exteriores del Senado, presidida por Rubio.

Según la AP, el Departamento de Estado nunca ha acusado formalmente a Cuba por estos incidentes, pero ha insistido en la necesidad del estricto cumplimiento de los acuerdos de la Convención de Viena que regula los nexos diplomáticos.

A pesar de todo, un vocero del Departamento de Estado hizo referencia a lo recogido en un comunicado sobre el tema.

No obstante, el secretario de Estado, Rex Tillerson, ha dicho que “está convencido que fueron “ataques dirigidos”, pero que Estados Unidos desconoce quién es el autor”.

Observadores han hecho notar que sea Marco Rubio quien patrocine –con más fuerza- la actual campaña contra La Habana sobre  hechos no comprobados.

¿Por qué motivo esa inquietud?

A manera de ejemplo, porque el 26 de febrero de 2016, el senador Rubio atacò  fieramente al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien llegó a calificar de “estafador”.
Las encuestas no fueron entonces positivas para Marco Rubio pero además Trump  ganó la Florida, su estado.

El aspirante a la Casa Blanca Marco Rubio finalizó su campaña de aquella etapa pidiendo a los republicanos  cerraran  filas en torno a él para frenar a Trump, “un  “estafador” que estaba  a punto de "secuestrar" el partido y el movimiento conservador.”

Semanas después se estableció una curiosa alianza entre el “estafador” Donald Trump y Marco Rubio que perdura hasta la actualidad.