Educación de calidad: un reto permanente

Por estos días la despedida de un nuevo año y la llegada de otro convoca al repaso de algunas de las etapas y momentos más significativos de un período escolar caracterizado por la implementación del Tercer Proceso de Perfeccionamiento en la Educación general y la total integración de las universidades.

En esta breve mirada también resulta válido mencionar que el huracán Irma —que afectó el país a pocos días de haberse iniciado las clases— dañó un gran número de la infraestructura de los centros.  Solo en la enseñanza general resultaron afectadas 2 mil 264 escuelas (de las más de 60 mil que existen), de las cuales hasta el presente se ha recuperado el 78 %.

Tal situación hizo que alrededor de 510 instituciones educativas se convirtieran en centros de evacuación, en los cuales fueron atendidas más de 50 mil personas por los colectivos pedagógicos, los directivos, docentes y trabajadores de servicios, quienes permanecieron allí antes y después del paso del devastador huracán.

Resulta factible mencionar que aun cuando culmina el 2017, no sucede así con el curso escolar, pues el período lectivo no coincide con el año fiscal. No obstante, de septiembre a la fecha se han conmemorado fechas de gran trascendencia histórica, tales como el primer aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz (noviembre), y el medio siglo del asesinato del Che, en Bolivia (octubre).

De ahí la permanente exhortación al estudio del pensamiento de estos dos grandes hombres de la historia patria.

Tercer perfeccionamiento: Una tarea a mediano y largo plazo

La extensión del proceso de perfeccionamiento del sistema nacional de educación —desde hace tres cursos se viene experimentando en 68 centros de seis provincias de los diferentes niveles educativos— es hoy una realidad en 152 instituciones del país.

El Tercer Proceso de Perfeccionamiento, en el cual se viene trabajando desde hace alrededor de tres años, es hoy una realidad.

Según Silvia Navarro Quintero, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, la experiencia se lleva a cabo (de manera escalonada) en 1°, 4°, 7° y 10°, es decir en los grados iniciales de cada nivel de enseñanza, de modo que en tres cursos se habrá incorporado todo el sistema educativo, incluidas la Primera Infancia (antes prescolar), y las educaciones: Educación Técnica y Profesional, Especial y Adultos.

Según dijo, “el perfeccionamiento vale la pena por sí mismo”, sobre todo en materia de actualización de los libros de texto, de los contenidos, en materia de contextualizar lo que el niño, adolescente, joven debe aprender en correspondencia con las transformaciones y el desarrollo económico social.

Así mismo, está en correspondencia con las exigencias sociales y con el modelo de sociedad que hoy se requiere a partir de los Lineamientos de la Política Económica, Política y Social del Partido y los Objetivos de su Primera Conferencia.

A la par de esta tarea, el MINED también cuenta entre sus prioridades la formación y capacitación del personal docente, por lo que en septiembre último se sumaron otras dos escuelas pedagógicas a las 24 existentes, de las cuales han egresado más de 14 mil jóvenes.

La titular del sector subrayó, en más de una ocasión, la importancia de atender este asunto, pues hoy alrededor del 18 % de la fuerza docente que está en las aulas no es universitaria.

Si logramos que en el 2020 —dijo— una buena parte de estos jóvenes egresen de los centros de Educación Superior, entonces podremos contar con más del 90 % de nuestros profesores con nivel universitario, lo cual aportará a la calidad del proceso docente-educativo.

Por otra parte, la enseñanza técnica y profesional (ETP) está en constante crecimiento en aras de satisfacer la demanda de fuerza de trabajo calificada en todos los sectores de la sociedad, incluido el no estatal de la economía.

Enseñanza Técnica y Profesional constituye hoy una prioridad para el Ministerio de Educación.

Alexander Manso —jefe de departamento de la ETP— aseguró que esta educación contempla hoy 103 especialidades, 54 en la categoría de técnico medio y 49 de obreros calificados, y presenta una retención en el ciclo de 81.6 %. Ello significa que cada cien estudiantes lograron graduarse poco más de 81.

Racionalidad en medios y fuerza de trabajo

La integración ha caracterizado el quehacer de la Educación Superior en los últimos años. En septiembre las universidades cubanas iniciaron el período lectivo con este proceso concluido.

La integración de las universidades ha favorecido el quehacer de la Educación Superior.

De 69 centros y más de 200 facultades que existían, hoy estas cifras se han reducido a 50 y 160, respectivamente. De igual  manera, de los 12 Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) que tenían adscritas instituciones de la Educación Superior, ahora son solo siete.
 
En la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el viceministro del ramo, Gil Ramón González, mencionó algunas ventajas de la integración, entre las cuales sobresalen el aumento de la gestión de la calidad. Por ejemplo, si en el 2014 solo 7 carreras pedagógicas estaban acreditadas, al cierre del 2017 ya son 24.

El proceso también ha influido en el impacto positivo en los claustros y en la superación de los cuadros; el incremento de las matrículas y de los proyectos de investigación e innovación; el despegue de la tecnología educativa; la disminución de las plantillas en más del 10 %, así como la utilización más racional de la infraestructura, laboratorios y equipamiento de uso común.

Un elemento a destacar es que todas las universidades han incrementado de manera significativa la conectividad con la red nacional (Red Univ) a partir de enlazarse por fibra óptica.

La conexión a internet con respecto al 2015 ha crecido tres veces en su acceso total y siete veces por el canal centralizado de Red Univ, servicio que favorece a más de 150 mil usuarios.

El viceministro aseguró que el proceso ha iniciado y aún falta mucho camino por aprender y hacer en un ambiente favorable para su futuro desarrollo tanto institucional como político y mejorar su calidad y pertinencia en la solución de los problemas de cada territorio.

Los retos siguen siendo muchos, pero sin dudas el país está en mejores condiciones para afrontarlos: fuerza calificada y comprometida; recursos materiales indispensables asegurados, y la voluntad política para llevar adelante cuántas transformaciones sean necesarias.  

“Contar con una educación de calidad, a la luz de la equidad y la inclusión es nuestro estandarte”, subrayó la Ministra de Educación Ena Elsa Velázquez Cobiella, en la apertura del seminario anual de preparación del curso 2017-2018. Para eso se trabaja.

Plaza Mella, en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), un centro atípico por la combinación de la docencia, la investigación y la producción.