Reinieris Andreu: Un pequeñito dorado muy habilidoso (+ Video)

Reinieris Andreu: Un pequeñito dorado muy habilidoso (+ Video)
Fecha de publicación: 
25 Diciembre 2017
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Reinieris Andreu no tiene ese físico ni musculatura propia de un luchador. No importa que pertenezca a la división de 57 kg, Andreu suple esa ligera desventaja con sus adversarios en materia de fuerza por una explosividad felina en sus entradas, y una efectividad notoria cuando se decide a ejecutar cualquier movimiento técnico.

Si alguien tiene algún vestigio de duda preguntarle al azerbaiyano Parviz Ibrahimov y el búlgaro Mikyay Salim Naim, sus víctimas en los pleitos semifinal y final del mundial sub-23 de lucha escenificado en Polonia, su segunda competencia internacional de envergadura, luego del bronce en el Panamericano de la disciplina este propio año.

Tales condiciones le hubiesen valido con creces para erigirse como novato del año en el deporte cubano, o al menos haberse incluido entre la decena de destacados. Con la satisfacción de un título universal y elevando sus niveles de preparación de cara al inminente certamen doméstico y el Internacional Cerro Pelado, accedió a dialogar con Cubasí:

Muchos de los campeones olímpicos de Río 2016 eran menores o frisaban los 23 años. ¿Cómo evalúas tu preparación previa de cara al Mundial?

“Enfrentamos una etapa de preparación excelente. Es cierto que solo incursioné en el Cerro Pelado y el Panamericano de Salvador de Bahía, Brasil, pero el tener la posibilidad de realizar sparrings con Yowlys Bonne (61-65 kg), Alejandro Valdés y Lázaro Carbonell (65), todos muy fuertes, de divisiones superiores a la mía, con variado repertorio técnico-táctico y experimentados al punto de ser igualmente medallistas del orbe fue como tener un torneo interno de nivel Mundial. A ellos les estoy muy agradecido, porque llegar a un Mundial casi sin fogueo, siendo un desconocido y regresar con el oro, en buena medida se lo debo a ellos”.

¿Principales virtudes técnicas?

“Mi principal recurso está en la velocidad de mis entradas a tackle. Lo prefiero tirar a las dos piernas con cabeza por fuera. Con ese movimiento logré derrotar en la semifinal a escasos 15 segundos de terminarse el tiempo del combate frente al azerí. Una pelea bien reñida, y afortunadamente materialicé esa acción.

¿Cómo priorizas la velocidad en detrimento de la fuerza en un peso dónde este la rapidez es determinante?

“Los europeos generalmente son luchadores muy fuertes, con menos movilidad. Con ellos utilicé mi movilidad sobre el colchón, el control de sus muñecas y brazos, mantener una postura agachada que me permitiera reaccionar más rápido, y fintearles mucho. A pesar de que soy joven me he convertido en un luchador habilidoso, que saca enseñanzas de cada combate, cada contrario, cada experiencia. Esa habilidad para mí es otra arma importante”.

¿Qué cuestiones debes pulir o mejorar en lo que resta de ciclo, pensando en un posible resultado de relieve en Tokio 2020?

“Debo trabajar y elevar bastante la defensa de las piernas. En la lucha libre es fundamental. Hacer énfasis en el trabajo con los codos, la posición de la cabeza y cuestiones asociadas a la táctica. Todo lo que aporte es positivo incorporarlo. Ser completo significa combinar buenos ataques con tu defensa y otros elementos”.

Dentro de los ejercicios que a diario realizas en las sesiones de entrenamiento, ¿cuáles consideras más útiles?

“En primer lugar la carrera. No solo se trata de fuerza física, resistencia, el trabajo con la fuerza de las piernas. Es vital para elevar la capacidad aerobia. A eso le sumo la barra y la soga, determinantes en los agarres…”

¿Siempre luchador de libre?

“Siempre. Desde los 11 años que comencé en Sancti Spíritus fue el estilo que me gustó. Es más variado en cuanto a técnicas, el poder atacar las piernas lo convierte en un estilo de mayor espectacularidad”.

Después del triunfo in extremis en semifinales, ¿te sentiste campeón?

“Fue una pelea de vida o muerte. Sumamente reñida, definida en los segundos finales, al ganarla me sentí campeón. Me dio confianza y seguridad para enfrentar al búlgaro en la final y me dije que debía ganar ese oro en el día en que se cumplió un año de la desaparición física del Comandante Fidel”.

Compartir esa condición de estelar con Yowlys Bonne, luchador del cual se dice es uno de los gladiadores cubanos de mejor repertorio y que creció al lado de Yandro Quintana. ¿Qué significa eso para Reinieris?

“Yowlys es un atleta de gran nivel, con dos medallas mundiales y discusión de preseas en Juegos Olímpicos. En lo personal me ha ayudado a crecer mucho. Varios de los recursos técnicos que poseo, él se ha encargado de enseñármelos, convertirlos en más efectivos. Crecer a su lado en el colchón me ha convertido en un luchador más completo, con mayor visión. Los golpes enseñan, y desde que entré en la preselección nacional tras la primera categoría del 2015 celebrada en Camagüey, me he desarrollado tomando enseñanzas de él y de otros luchadores rankeados”.

Rememorando la ruta dorada mundialista del espirituano Andreu en colchones polacos tenemos que marcó 28 puntos técnicos y solo permitió seis. Inició con superioridad técnica de 10-0 sobre el anfitrión Robert Dobrodziej; en octavos de final dispuso 4-0 del kazajo Zhandos Ismailov; su víctima de cuartos 3-1 resultó ser el macedonio Vladimir Egorov; el pleito más rocoso llegaría en semifinales, instancia en la que in extremis venció 5-4 al azerí Parviz Ibrahimov. Llegaría el combate definitivo, acto resuelto con contundencia 6-1 a costa del búlgaro Mikyay Salim Naim.

Muchas batallas le restan aún, pero desde ya enrumba su marejada de tackles hacia Tokio 2020. Si me preguntaran, hubiese sido mi novato del año, condición que un tanto de manera incomprensible recayó sobre el boxeador Andy Cruz (64 kg).

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