Premundial sub-23: Cuando los bates no suenan, las victorias no llegan
especiales
Como quiera que los resultados de la primera vuelta se arrastran, y Cuba encajó costosas derrotas ante sus similares de Venezuela y Puerto Rico en esa etapa, antes de ceder en la súper ronda 0-2 a manos de Panamá, las opciones de colarnos entre el cuarteto de agraciados no dependerían exclusivamente de nosotros, aún cuando lográsemos vencer a República Dominicana y México.
La sequía ofensiva de nuestra armada ha sido la principal causa de los tres reveses ante los elencos que exhiben mayor nivel entre los rivales enfrentados.
Cuando usted lea estas líneas, de seguro ya se sabrá el veredicto del enfrentamiento vs. los quisqueyanos pero de cualquier manera, los análisis siempre son válidos, toda vez que de antemano y en el papel, nuestra nómina se veía bien sólida, e incluso el timonel Ariel Pestano, con algunas decisiones cuestionables hasta este minuto por cierto, habló de pugnar por la corona.
Entrando en calor, y tras los desafíos versus boricuas, morochos e istmeños, nuestra escuadra solo ha pisado una vez el home en 27 innings, herencia de sus hermanas mayores en certámenes internacionales desde hace buen tiempo.
Frente a la selección vinotinto, además del desatino de sacar del box al camagüeyano Josimar Cousín, no fuimos capaces de producir con corredores en circulación. Dejamos un total de siete corredores en circulación y cuestionable igualmente resultó mandar a tocar la bola sin out al cuarto Madero, el máscara Ariel Martínez.
En esa cuerda de pinceladas únicamente tres inatrapables pegaron los dirigidos por Ariel Pestano en el cara a cara con los puertorriqueños. Fueron silenciados por los envíos de Javier Torres y Luis Sánchez, capaces de colocar sus comandos en las esquinas y zona baja, justo donde más daño hacen los envíos a bateadores oponentes. Tal fue así que en ese choque los nuestros pegaron 16 conexiones por el cuadro.
El calvario blandiendo el madero continuó ante los anfitriones panameños. Solo fueron capaces de conectarles cinco indiscutibles al binomio Harold Araúz y Anfernee Benítez, dos derechos con experiencia en organizaciones de Grandes Ligas. El primero, según refiere el colega Aliet Arzola, ostenta más de 100 salidas (64 aperturas) con 364 ponches en las Ligas Menores con sucursales de los Astros de Houston y los Phillies de Filadelfia; en tanto Benítez ha tirado alrededor de 60 partidos bajo el amparo de las dependencias de los Diamondbacks de Arizona.
Les confieso algo. En este certamen el pitcheo no puede ser cuestionado. El staff antillano ha cumplido su cometido bajo circunstancias de tensión extrema, pues los desafíos importantes se han definido en su mayoría en las postrimerías y por estrecho margen. Sus rubros estadísticos así lo constatan:
Promediaban antes del duelo con sus similares de Quisqueya 2.25 limpias por cada nueve actos, con famélico average rival de 216, tenían 47 ponches propinados y solo habían concedido 13 boletos. Les habían conectado además nueve extravases a razón de seis dobles y tres jonrones.
Ciertamente ha sido esta una lid de pitcheo, pues los elencos que ocupan las primeras posiciones exhiben los mejores indicadores en este apartado y la mayoría de los enfrentamientos han sido de poco carreraje. Así Panamá trabajaba para impecables 0.98; Venezuela atesoraba PCL de 1.60; el de Puerto Rico era de 2.08; en 2.06 estaba fijado el de los dominicanos; y México compilaba 2.60.
Profundizando en el análisis de nuestra ofensiva, la sequía desde mi perspectiva se deriva de lo evidenciado en la segunda etapa de la 57 Serie Nacional, donde la mayoría de estos jugadores y otros más experimentados, han experimentado un bajón en su rendimiento al bate.
A excepción de Yoelkis Céspedes, (elevó 90 puntos su average) prácticamente el resto había mermado y mostraban reducido su calibre antes de enlistarse a la cruzada istmeña. Como ejemplos más puntuales tenemos a Norel Gonzalez, 232 AVE (56-13), bajó 132 puntos su promedio; Raico Santos, 196 AVE (51-10), bajó 159 puntos; Yorbert Sánchez, 190 AVE (42-8), bajó 99 puntos; y Ariel Martínez, 182 AVE (22-4), bajó 98 puntos.
De esa relación, únicamente se salvaban por su rendimiento en Panamá hasta el minuto de redactar estas líneas Yorbert (nueve jits en 21 turnos para 429, tres remolques y otros tantos ponches), Norel (de 19-9 para 474, tres fletadas, igual número de bases y dos ponches), y Raico Santos (de 20-8, ave-400, cuatro traídos para el plato y tres veces estrucado).
Eso sí, la productividad ha estado por el piso, pues se han dejado a 39 corredores en las almohadillas y solo se han anotado 24 carreras, junto a Venezuela el total más pobre entre los seis contendientes de la súper ronda. Además, nuestros peloteros se habían ponchado en 32 ocasiones, y compilaban para discreto 261 colectivamente. Los juegos de pelota se ganan con carreras. Con estos truenos, saque usted sus propias conclusiones…
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