Lucha cubana: El sub 23 dio la talla en Polonia (+Videos)

Lucha cubana: El sub 23 dio la talla en Polonia (+Videos)
Fecha de publicación: 
1 Diciembre 2017
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Primer Mundial de lucha sub-23 en Bydgoszcz, Polonia. Cuba llegó con ocho efectivos y plantó bandera entre 400 legionarios de 65 países, demostrando que continúa siendo potencia en cualquier categoría en el deporte de las llaves y desbalances.

Ya nuestros gladiadores descansan en casa, pero al igual que me sucedió en el Campeonato Nacional del 2015, cuando por vez primera lo vi fajarse de tú por tú con los mejores hombres de su división el librista Reineris Andreu (57 kg) resultó ser el portaestandarte de nuestra armada al coronarse.

Hablamos de una ruta que comprendió cinco batallas, en las cuales marcó 28 puntos técnicos y solo permitió seis. Inició su ruta dorada con superioridad técnica de 10-0 sobre el polaco Robert Dobrodziej; en octavos de final dispuso 4-0 del kazajo Zhandos Ismailov; su víctima de cuartos 3-1 resultó ser el macedonio Vladimir Egorov; el pleito más rocoso llegaría en semifinales, instancia en la que in extremis venció 5-4 al azerí Parviz Ibrahimov. Llegaría el combate definitivo, acto resuelto con contundencia 6-1 a costa del búlgaro Mikyay Salim Naim.

Velocidad felina en el segundo período de ese duelo, y cautela para estudiar los recursos ofensivos de su oponente Naim, luego de iniciar con desventaja de 0-1, fueron las divisas de Andreu, quien con un tackle al las dos piernas y un volteo de cuatro puntos, resolvió el pleito cuando en el reloj faltaban 50 segundos para el epílogo.

«Un Mundial es, junto a los Juegos Olímpicos, el torneo más fuerte que un luchador pueda enfrentar. Baso mi lucha sobre la explosividad, y las entradas de tackle a las dos piernas con cabeza por dentro; primero controlo al adversario y me lanzo a sus extremidades.

«Siempre me ha gustado realizar sparrings con los atletas de la preselección que más recursos poseen, incluso una división por encima de la mía, para ganar en fuerza y adaptarme a defender varios movimientos técnicos. En ese sentido le agradezco muchísimo a Yowlys Bonne (57-61 kg), uno de los luchadores más completos que he conocido y muy difícil sobre el colchón. Alejandro Valdés y Cristian Solenzal (65), y Davián Quintana (61) y Eliécer Guevara (57), son otros con peso en mi desarrollo, además de mis entrenadores.

«En el Mundial, después de imponerme al azerí en semifinales, sabía que podía alcanzar el oro. Esa fue mi pelea más dura, definida con derribo y pase atrás en los segundos finales y viniendo de abajo por una entrada inefectiva de mi parte», sentenció Andreu vía electrónica.

A su título en el estilo libre se sumó el quinto escaño de Lázaro Hernández (86), dueño de dos sonrisas y otros tantos fracasos; y el décimo de Cristian Solenzal en los 65 (balance de 1-1). Tales performances se conjugaron para colocarnos en el escaño 12 por naciones del estilo libre (17 puntos) con únicamente tres hombres.

Rusia (55), Kazajstán (41) y Georgia (36) coparon las tres primeras plazas por equipos.

Yudari: Bronce con sabor a vendetta

Un nombre que desde Tampere no había podido sacarse de la cabeza la avileña Yudari Sánchez (69), el de la rusa Khanum Velieva, su victimaria en la final de la cita del orbe juvenil por 9-7.

Esta vez la piedra en el zapato de la avileña resultó ser la francesa y en definitiva reina Kuomba Selene Larroque, quien la hizo hincar la rodilla por pegada en cuartos de final.

Antes, Yudari le había recetado 4-2 a la búlgara Sofiya Hristova Georgieva, y tras caer su camino se tornó escabroso, pues tuvo que acceder al bronce repesca mediante. Sacó el extra que la ha convertido en una de las luchadoras de cuidado en su peso a cualquier nivel y pegó a la turca Buse Tosun. La mesa estaba servida para una pelea revancha ante Velieva, pero en esta oportunidad Yudari no tuvo miramientos y la pegó.

La discípula de Alexis Estrobajo apostó por mantener la postura idónea, acosar constantemente a Velieva con sus fintas y entradas, dictar el ritmo de pleito hasta que hacia el minuto y 40 segundos del parcial definitorio materializó un excelente oguchi y pegó a Velieva. Un grito de exhalación y júbilo, sellaron su actuación, aderezada con la quinta plaza de Mabelkis Capote en los 75 kg. Ambas se combinaron para situarnos en la posición 13 colectivamente al aportar 14 unidades.

Acá Japón (75) fue demoledor, secundado por Ucrania (47) y Rusia (34).

Clásicos por debajo

Nuestros clásicos fueron los únicos que no puntearon, y los afectó mucho la lesión de Daniel Grégorich (85) sobre quién se cifraban las mayores esperanzas de avanzar en el organigrama.
Georgia (51), Rusia (50) y Turquía (42) coparon los puestos de privilegio, con Irán (34) al acecho, lo que da fe de que la hegemonía de la disciplina sigue concentrada en las mismas naciones.

En ese concierto excelso una vez más Cuba puso sus acordes, lanzando un mensaje de las potencialidades que poseemos de cara a la cita bajo los cinco aros de Tokio 2020.

Habíamos comentado de que en Río el promedio de edad de los monarcas en el estilo libre fue de apenas 23.1 años; recaló en 24.6 el de la femenina; en tanto los ases grecorromanos fueron los más experimentados con media de 27.5 abriles, señal de que los gladiadores jóvenes se abren paso de manera incuestionable.

Con respecto a este sub-23 y si analizamos los desenlaces del europeo precedente, desarrollado exitosamente en Ruse, Bulgaria el pasado año con el concurso de más de 400 gladiadores de 34 naciones, vimos que muy fiel a ese termómetro Rusia (64 puntos), Georgia (54) y Turquía (51) coparon los puestos de honor en la libre; repetirían las rusas (60) abrazadas con Ucrania y secundadas por Turquía (51) en la femenina; en tanto Georgia (63), Hungría (43) y Azerbaiyán (38) hegemonizaban rendimientos entre clásicos.

Otro elemento de interés radica en el nuevo sistema de rankings, el cual dicta que solo puntearán aquellas lides fundamentales, entiéndase Torneos Continentales, Mundiales y Juegos Olímpicos, nuevo sistema que igualmente estipula siembra para los cuatro primeros exponentes de cada categoría de peso.

O sea, que hablamos del atleta puntualmente y no la división para tales ubicaciones como cabeza de llave. Ejemplo sencillo: si Yasmany Lugo regentea los 98 kilogramos clásicos en América durante todo el ciclo, obtiene medallas en certámenes del orbe y luego antes de la cita bajo los cinco aros de Tokio, se lesiona, Cuba perderá su siembra si se ve obligada a inscribir a una segunda figura.

De cara a ese certamen y con la conjugación de algunas figuras experimentadas como los grequistas Mijaín López (130), Yasmany Lugo (98) e Ismael Borrero (59), y los libristas Alejandro Valdés (65) y Reinieri Salas (97), además de alguna otra figura descollante que pueda aportar la nueva hornada, Cuba volverá a colocarse entre las naciones de mayor poderío.

Por ahora toca seguir de cerca el crecimiento de nuestros gladiadores, sea cual sea su edad, y festejar la gloria que nos regalaron Reinieris Andreu, Yudari Sánchez y compañía en Polonia.

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