Critica Lula falta de decisión política para resolver crisis económica

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva criticó este miércoles la falta de decisión política de los países europeos para resolver la crisis económica, que pudieran solucionar con inversiones en desarrollo social y consumo de sus sociedades.

Esas naciones europeas están intentando transformar una crisis política en crisis económica, sostuvo Lula al intervenir en la segunda sesión del quinto Foro Ministerial sobre Desarrollo, en el que participan 30 ministros de Africa y América, convocados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Tras señalar que los países europeos debían gastar menos dinero para limpiar la cara de los banqueros y ayudar a los pobres, el exmandatario apuntó que «en vez de cuidar del banco, debían cuidar del pueblo».

Lula aseveró que la crisis financiera que paraliza el mundo desde 2008 se convirtió también en una crisis de consumo, en la cual las naciones desarrolladas están cobrando a su población el precio pagado por los desastres promovidos por la especulación financiera.

«El mismo mundo que se unió para vender la idea de que la globalización de los mercados era el objetivo de la civilización, tiene ahora que unirse para enfrentar el desafío del hambre», subrayó el expresidente brasileño entre 2003 y 2010.

Indicó que los países ricos necesitan entender que el desarrollo de las regiones más pobres, con agricultura e industria, puede ser la solución para alimentar el planeta y promover la energía limpia, en un momento en que se prevén dificultades futuras para alimentar a todos los seres humanos.

Ante representantes de 30 países de África y América y en el primer Foro de su tipo que se desarrolla fuera de la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, Lula elogió al PNUD por discutir experiencias sociales exitosas, que en el pasado carecían de espacio para ser analizadas.

Destacó que Brasil tiene algunas experiencias, como los programas Bolsa Familia, Hambre Cero y Brasil sin Miseria, que pueden contribuir a incluir al pobre como ciudadano de la historia y no como actor secundario. Podría -puntualizó- decir orgullosamente que sacamos 28 millones de la pobreza extrema.