Más huevos
especiales
Según el Instituto de Investigaciones Avícolas (IIA), Cuba es el tercer consumidor de huevos en América Latina, solo superado por México y Uruguay. Ese producto ha sido básico en la dieta nacional desde hace mucho tiempo. Después de los años más difíciles del Período Especial, en los que la producción se deprimió considerablemente, la oferta ha ido aumentando paulatinamente. Ya es suficiente para cubrir las necesidades de la canasta subvencionada y vender en el mercado liberado.
Pero la demanda sigue superando la oferta. El año pasado se entregaron más de 258 millones de unidades para la venta libre al Ministerio de Comercio Interior, informaron al periódico Juventud Rebelde fuentes del Combinado Avícola Nacional (CAN). Para este año se planificó una producción de 80 millones de posturas más. Se supone que la cifra mejore considerablemente la disponibilidad en los mercados habilitados. Pero a todas luces es insuficiente.
La proyección debe ser de ir aumentando la producción de manera que su totalidad pueda ser destinada a la venta no subvencionada, como ya ha sucedido con otros productos. Se trata de ir liberando al estado de la obligación de racionar el producto, con un respaldo productivo que garantice una estabilidad en los precios y la presencia permanente en el mercado.
El aumento del trabajo por cuenta propia en la sociedad es otro de los retos, pues el huevo es ingrediente o complemento de muchos de los platos que se ofrecen en el sector gastronómico, uno de los de mayor crecimiento en ese sector.
El director del CAN, Noriel Correa Mayor, aseguró a JR que la empresa tiene planes de crecer en un 17,5 por ciento en la producción de huevos en un período de cinco años, y continuar creciendo de manera paulatina hasta 2018. La cifra récord de 2700 millones de unidades alcanzada en 1991 todavía parece lejana, pero el trabajo de las entidades es serio.
Detrás de las empresas del Combinado Avícola Nacional, el principal productor en el país —también producen huevos campesinos y cooperativistas— hay un grupo de instituciones científicas encargadas de investigar y experimentar a partir de las necesidades reales.
El IIA, por ejemplo, trabaja en la mejora del banco genético de la avicultura en el archipiélago. Actualmente está representado en Cuba el 18 por ciento de las variantes existentes en el mundo. Se ha logrado a partir de los cruces de ponedoras que se explotan en la producción especializada.
El hecho de que el Instituto trabaja directamente con el CAN es un privilegio, según el investigador titular Manuel Pampín: «No tenemos problemas para implementar nuestras investigaciones; estas parten de las necesidades de los productores».
Gracias a esa relación, se han podido mantener bajo control las principales enfermedades que afectan a la masa avícola mundial. De hecho, Cuba se mantiene libre de enfermedades exóticas como el newcastle y la influenza aviar.
Coma huevos
Los huevos de las aves son un alimento habitual en casi todas las culturas. Son ricos en proteínas (principalmente albúmina, que es la clara o parte blanca del huevo) y lípidos. Su digestión es muy fácil, por lo que es componente principal de múltiples platos dulces y salados. Son parte de muchos otros platos por sus propiedades aglutinantes.
También son ricos en vitaminas (aunque carecen de la vitamina C) y de minerales esenciales. La polémica está en su alto contenido de colesterol, los investigadores no se ponen de acuerdo en si esa circunstancia puede producir hipercolesterolemia en quien lo ingiera.
Según Wikipedia, el tema no está zanjado. La consideración tradicional de no tomar más de dos huevos al día ni más de diez a la semana ha sido cuestionada. Si se consume solo la clara, no existe riesgo de hipercolesterolemia, ya que esta no contiene lípidos de ningún tipo (todos los lípidos están en la yema).
Según varias fuentes, los huevos son convenientes para las mujeres embarazadas, ya que poseen colina, la cual facilita el desarrollo del sistema nervioso central del embrión y del feto. El huevo también es rico en luteína y caxantinam, sustancias que previenen problemas oculares como las cataratas.
El huevo duro se caracteriza por provocar sensación de saciedad, ayudando así cuando se quiere disminuir el consumo de comidas.
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