ESTRENOS DE CINE: Los casos de Victoria

Ella ni siquiera intenta mantener un equilibrio entre su exitosa carrera como abogada y su maternidad. Aprovechando el hecho de que sus hijas son pequeñas, le paga a cualquier cuidador, con tal de tener más tiempo para su trabajo y relaciones personales.

Su vida está rodeada de hombres. Y todos le traen problemas. Los prostitutos que paga, porque resultan ser poco profesionales y se cuestionan su condición física en el medio del desempeño; los amantes de turno, porque no la escuchan cuando ella habla; sus amigos, porque la comprometen profesionalmente. Su exesposo, porque escribe un blog donde cuenta todas las intimidades de su vida íntima y profesional. Solo Sam, diez años menor que ella, le trae paz… pero una paz rara, que viene acompañada de pequeños robos de dinero.

¡Hay que ver cómo logra la cinta no caer en estereotipos ni lugares comunes! Habla de la sexualidad, pero no muestra el sexo; satiriza abiertamente lo que puede ser una relación de pareja… Y también: ¡qué película esta para romper clichés de género!

Estamos ante una heroína en extremo poco convencional. Es contradictoria y llena de defectos, pero increíblemente vívida, lo cual hace que la trama entera posea un alto nivel de honestidad. Ella arrastra sus problemas de una situación a otra: discute su vida personal con los clientes y su vida profesional con sus amantes. Es una mujer tan rebosante de vida, que cuesta creer que solo vive en el guion de una cinta de ficción.

Este es el principal mérito de la película: lo auténtica que resulta. Otra gran virtud de Los casos de Victoria (2017) es describir, de forma explícita y clara, las dificultades que pueden tener las mujeres en este mundo moderno para hacer coexistir los distintos roles de la vida. Esto se traduce en cómo lograr el éxito en la carrera mientras se es madre, amante, amiga…

Algo de la cinta recuerda a Anatomía de un asesinato (1959), de Otto Preminger, en donde la realidad, por momentos, es invadida por el absurdo. Este es el caso de cuando un perro dálmata es tomado como testigo en el juicio en el cual Victoria es la abogada.

La directora de este filme, Justine Triet, ubica a su protagonista en un centro dramático ruidoso alrededor del cual gira una infinidad de elementos conflictivos… y la posibilidad del amor. Ese amor necesario para conseguir una comedia romántica.

Los casos de Victoria es una cinta que va un paso más allá de defender el papel activo de la mujer en los roles de género: plantea sus diatribas en el desempeño enérgico de una vida en la cual Ella ha asumido todo el control. Una cinta absolutamente feminista, progresista e inteligente y que no niega —para nada— la capacidad del amor de devenir salvación de cualquier ser humano, independientemente del rol de género que asuma.