Mundial de lucha: Daniel Gregorich salió del anonimato con buen pie
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Las expectativas de los elencos cubanos de lucha que asaltaron los colchones parisinos en otra edición de los Campeonatos Mundiales no eran muy elevadas. De hecho, el propio entrenador principal clásico Raúl Trujillo lo expresó al colega Lemay Padrón, especialmente por las sensibles ausencias de Mijaín López (130 kg), Ismael Borrero (59), y Yasmany Lugo (98), nuestros representantes temibles por su condición de medallistas olímpicos.
Dicho esto y descorridas las cortinas de una cita que reúne a más de 500 gladiadores, el capitalino Daniel Gregorich (85 kg) pude decirse que se estrenó al máximo nivel con acierto. Para muchos su séptimo lugar no signifique mucho, pero en una división que inscribió a 34 hombres, el nuestro, de apenas 22 años culminó con saldo de dos victorias e igual número de fracasos.
Eso no lo es todo. Ambos deslices los sufrió por no haber marcado la última acción o el movimiento técnico de mayor envergadura, porque tanto ante el alemán Denis Maksymilian Kudla, como en el repechaje frente al azerí Islam Abbasov, el veredicto llegó con la pizarra igualada a dos puntos por bando.
Sus victorias resultaron ser por pegada vs. el croata Ivan Huklek, y en la primera ronda de repesca 4-0 a costa del chino Shuai Hou 4-0. Precisamente Kudla y el turco Metehan Basar se medían por el oro al cierre de estas líneas.
Los otros dos antillanos con accionar en la apertura no corrieron igual suerte. En los 75 kg Yurisandi Hernández, uno de los más curtidos de nuestros cinco legionarios clásicos, no tuvo argumentos sobre la arena y fue barrido 0-9 por el armenio Karapet Chalyan.
Sus opciones de ser repescado se diluyeron, pues Chalyan hincó su rodilla en cuartos de final ante el serbio Viktor Nemes. El propio Nemes pugnaría por el cetro ante el ruso Aleksandr Chekhirkin.
También en calidad de debutante se presentó Reiniel Díaz en los 98 kg, categoría que contó con 33 contendientes. El espirituano no pasó del primer examen, al ceder 5-14 a manos del griego Laokratis Kesidis. Como era de esperarse, el helénico tampoco fue mucho más allá de ese triunfo y quedó en el camino en octavos de final.
Los candidatos a la corona en este peso eran el armenio y titular olímpico de Río 2016, Artur Aleksanyan y el ruso Musa Evloev.
Hubo una cuarta división con desbalances sobre el colchón aunque sin presencia antillana. Se trata de los 71 kg donde el germano Frank Staebler y el kazajo Dremeu Zhadrayev se citaron a duelo por el oro.
Dos detalles de interés. En este primer mundial de ciclo, como suele suceder, muchos gladiadores incursionan en la división inmediata superior o inferior, por lo general se dan más casos en la superior, buscando fuerza y otras capacidades antes de establecerse en su peso habitual.
Por Cuba este martes, con ligeras mejores opciones escalarán al colchón Miguel Martínez (66 kg) vs. el kazajo Almat Kebispayev; y el súper completo Oscar Pino (130), cuyo primer pleito será frente al húngaro Balint Lam. Esperemos a ver qué sucede en esos enfrentamientos, que de seguro romperán con el ambiente de romance parisino.
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