El sabotaje en Miami: De origen conocido
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El sabotaje que destrozó en Miami a la agencia de viajes Airline Brokers tuvo lugar en una ciudad donde a la vista de todos viven terroristas y sus representantes en el Congreso de Washington abogan por echar abajo los traslados a la isla.
Hace poco un informe del Departamento de Bomberos de Coral Gables reafirmó que la destrucción de esa a compañía de vuelos charter fue ocasionada por un sabotaje.
No es la primera vez que bandas terroristas embisten a una agencia de ese tipo, entre ellas la denominada Omega 7, que en enero de 1979 destruyó en Puerto Rico a las oficinas de Viajes Varadero.
Su jefe, Eduardo Arocena, ha sido protegido abiertamente por la jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen.
El 6 de abril de 2008 ella participó en una reunión pública citada en Miami por facciones ultraderechistas donde asistió el connotado terrorista Luis Posada Carriles, aclamado por Ros-Lehtinen y el resto de los presentes.
Un tiempo después, frente al restaurante Versalles, en la calle 8 de esa urbe, surgió el titulado Fondo Legal Luís Posada Carriles, que tendría a su cargo recaudar dinero a favor de este.
Como presidenta de ese Fondo y en medio de una sonada ovación designaron a la señora Lehtinen, quien luego, junto a su padre, llegó a organizarle un homenaje en esa localidad.
Un congresista muy próximo a Ileana, Mayito Díaz-Balart, en junio de 2011 presentó un proyecto de ley para dificultar los viajes de cubanoamericanos a La Habana.
Tanto él, como su hermano Lincoln, han figurado entre los más feroces y públicos enemigos de esos desplazamientos por motivos familiares entre Miami y la capital cubana.
Fue en ese ambiente que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos endureció las condiciones para que ciudadanos norteamericanos viajen a la isla.
¿El nuevo pretexto? Lo esgrimió un senador republicano por la Florida, Marco Rubio, quien los acusó de burlar regulaciones al disfrutar en la nación caribeña de supuestas actividades turísticas.
Hace apenas dos semanas el senador Rubio fue sancionado por la Comisión Federal Electoral debido a sus manejos sucios con dinero destinado a campañas electorales de 2010.
Según informó a periodistas esa entidad, la malversación del senador llegó a 210 173 dólares, la calificó de conducta “excesiva e impropia” y lo multó con 8 000 dólares.
A fines del año pasado el periódico The Washington Post reveló que Marcó Rubio mintió en varias ocasiones al hablar sobre el pasado de sus progenitores.
Más de una vez se refirió a que era “hijo de una pareja de exiliados cubanos obligados a abandonar su patria” después que Fidel Castro llegó al poder en 1959.
Pero el Washington Post descubrió –y publicó- que los padres de Rubio llegaron a Estados Unidos más de dos años antes que el líder cubano arribara triunfante a La Habana.
Ahora en otro momento el sabotaje que destrozó a la Airline Brokers en Miami corrobora dos hechos: los terroristas e integrantes del Congreso allí residentes buscan por igual detener y llegar a eliminar las visitas que facilitan la reunificación de familias cubanas.
Entonces bastaría, si pudiesen, someterlos a investigación y enjuiciarlos, partiendo de la bella teoría de que nadie en una democracia está por encima de la ley.
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