Alcalde Miami-Dade: Odio a sus “camaradas inmigrantes”
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¿Quién presenta la acusación contra Carlos Giménez, alcalde del referido condado?
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Florida, y el principal cargo que le imputan es la prolongada e inconstitucional detención de un joven hondureño antes de ser entregado a las autoridades migratorias. Lo solicitado plantea que Garland Creedle, de 18 años y ciudadano estadounidense, fue arrestado en marzo último por una disputa doméstica.
Aún cuando no le presentaron cargos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), ordenó mantenerlo detenido con la excusa de ser “un extranjero deportable".
En esta disputa a nombre de Creedle la ACLU pone en duda la política del alcalde Giménez, quien en enero ordenó a la Policía cumplir las solicitudes de detención prolongada de Inmigración, y lo insta a revertirla.
"Aunque Creedle tenía derecho a ser liberado inmediatamente después de pagar una fianza, funcionarios de Miami-Dade lo mantuvieron en la cárcel suponiendo que era deportable”, señaló ACLU.
Por su lado EFE recuerda que órdenes emitidas por la ICE, de no obligatorio cumplimiento, han sido declaradas inconstitucionales por algunos tribunales del país.
Giménez a finales de 2014 ordenó rechazar esas directivas como respuesta a las amenazas de Trump en cuanto a disminuir dinero a quienes no colaboren en todo con las autoridades migratorias.
Un abogado de ACLU, Amien Kacou, declaró a periodistas:
El condado Miami-Dade debe “negarse a servir como herramienta de la excesiva política de inmigración".
ACLU señala que por ley se requiere una "orden judicial", no simplemente una "solicitud de un funcionario federal" para detener de forma prolongada a una persona en la cárcel.
Esto se revela brutalmente violado en la demanda presentada contra el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, por las siguientes entidades:
ACLU, la Clínica de Inmigración de la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami, y un bufete de abogados del sur de Florida.
Lo dicho corrobora el odio del alcalde Giménez contra los camaradas inmigrantes de quienes alguna vez formó parte.
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